Dicen que es la ciudad más verde de Alemania y desde que aterrizas en ella te das cuenta de que así es. Dicen también que es la más marinera aunque paradógicamente su acceso al mar está relativamente limitado. Realmente está conectada al mar por una gran río, el Elba. Tiene eso sí un gran muelle y un grandioso lago que es el centro de toda la ciudad. Su casco histórico está plagado de innumerables canales que hacen de ella una especie de Venecia alemana.
Mi estancia en esta ciudad fue relativamente corta. Fui a un congreso por trabajo pero, como siempre, exprimiendo los minutos, tuve la oportunidad de ver los lugares más conocidos del centro. Si a ustedes les pasa lo mismo, no duden en ver y disfrutar de algunos de estos rincones que le propongo.
Es el centro histórico de Hamburgo y en él tendrás varios rincones para no perderse. Desde el edificio del Rathaus (el Ayuntamiento) a la Cámara de Comercio; pasando por la antigua iglesia de St. Nikolai, la de St. Petri. Aquí se encuentran los inmuebles más vetustos de la ciudad, en las calles Deichstrasse y Cremon; las Alster Arkaden con sus pasadizos aporticados, el muelle Jungfernstieg, la Hauptbanhof y el muy recomendable Kunsthalle (museo de Bellas Artes), que acoge algunas obras maestras de la historia del arte.
Nada más llegar verás el faro que, en realidad, no es faro sino la torre de la iglesia principal de la ciudad, la de Sankt Michaelis. Dicen que es lo primero que veían los barcos cuando llegaban a Hamburgo.
Dicen que es el segundo mayor de Europa y que ocupa casi la octava parte de la ciudad. Junto a él se fue construyendo, en el siglo XIX, un entramado de almacenes de ladrillo rojo y cristal. Una infraestructura que fue creciendo y adaptándose a los canales de agua. Hay algunos de estos locales que se han transformado en centros comerciales donde poder comer algo. Un ejemplo claro es el Speicherstadt.
Para las compras, la calle Jungfernstieg, en la orilla sur del Alster, es el centro de Hamburgo. Cuenta la leyenda que tenía tanto postín que, ya en el siglo XIX, las familias burguesas de la ciudad buscaban pareja a sus hijos en esa zona. Otra área comercial es la Mönckebergstrasse.
Un buen punto de partida puede ser el embarcadero de Jungfernstieg. Desde allí se puede disfrutar de un paseo en barco. Hay muchos que se dedican exclusivamente para el turismo pero hay otros que funcionan casi como medio de transporte porque la distancias, también sobre el agua, son largas. Será divertido visitar los barrios más pudientes y verlos desde el mar…bueno, realmente es desde el río. Casas con sus embarcaderos privados. Se puede ir hasta Uhlenhorst, Harvestehude o Eppendorf.
En este punto carta blanca porque hay tantos rincones verdes en esta ciudad como puedas imaginar. Alternativas de ocio innumerables. Se pueden ir a pasear al antiguo mercado de pescado de Altona, en el río Elba. Hamburgo es una ciudad urbana que no da la espalda a la naturaleza. Por eso fue elegida en 2011 Capital Verde Europea. Sus huertos de frutas y verduras detrás de los diques del Elba, Altes Land, al oeste, y Vierlande y Marschlande, al este, bien valen una visita. Como también el ‘Planten un Blomen’, un espacio que acoge el jardín japonés más grande de Europa.
Oferta cultural de día y también de noche. En Hamburgo saben divertirse pero también cultivarse. Esta ciudad es la cuna de Brahms y la ópera más antigua de Alemania. Aquí dio sus primeros pasos nuestro español Plácido Domingo. Debutó en el año 67. Tienen más de 35 teatros privados. Entre ellos destacan Operettenhaus, el Neue Flora o el Theater im Hafen.
Si lo que se prefiere es el ambiente nocturno y no con tanta solera siempre se pueden ir a San Pauli, famoso por su barrio rojo. En la Reeperbahn, alrededor de la plaza Hans-Albers-Platz hay discotecas, pubs y otros lugares donde tomar una copa. Destacan también el barrio ‘rosa’ de St. George.
Nos alojamos en el Hotel Crowne Plaza en el barrio Alster. Está muy cerca de la Estación central de Hamburgo y del Lago Inner Alster. A dos kilómetros de la Estación de Trenes. No recuerdo cama más cómoda en mi vida viajera. Muy recomendable.
Hay muchos puntos que visitar en la ciudad pero todo dependerá del tiempo que tengas para invertir en esos paseos de turisteo. Hafen City, por ejemplo, es la prolongación natural del barrio viejo de Hamburgo, es la cara más vanguardista de la ciudad, y eso que el que pasa por ser el proyecto urbanístico más ambicioso de Europa no estará terminado hasta 2025. Siempre tenemos tiempo de volver…..me quedan algunos años para verlo terminado.
Entre sus edificios ultramodernos proyectados por arquitectos de renombre se levanta la guinda: la Elbphilharmonie, llamada a ser el principal escenario musical de la ciudad que, aún en obras, es ya todo un símbolo.
Y si les queda tiempo, les propongo que paseen por los jardines y suban al Planetarium. Un edificio desde el que tendrán una vistas estupendas de la ciudad. Contiene muchas atracciones para los niños y está enclavado justo en el centro de un gran parque, verde, como no, en el que podrán pasear, respirar aire puro y también navegar en barquitos.
Si deciden visitar Hamburgo, ya sea en verano o en invierno, no olviden ropa para la lluvia. Es una ciudad especialmente húmeda y ventosa. En invierno incluso se puede helar el lago. Abrigo siempre.
«…una ciudad verde llena de canales de agua por los que navegar»
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Primer día en Hamburgo y ya nos parece impresionante. Y si coincide con época de navidad, mucho mejor, así podemos disfrutar de sus mercadillos navideños. Mañana visitaremos alguna de tus recomendaciones. Ya contaremos que tal…
Qué envidia!!!! ya me contarán cuales son sus sensaciones!!!! me alegro mucho de que estén allí!! disfruten!!!! y abríguense! Debe hacer mucho frío