La Caleta de Interián está a medio camino entre los municipios de Los Silos y Garachico. Es un lugar que no aparece en las guías turísticas y que estoy segura, muy pocos visitarán porque sencillamente nadie habla de este barrio. Está en un desvío de la carretera general TF 42.
El caso es que no deja de tener su encanto si quieren conocer un poco uno de esos lugares olvidados de la mano de Dios y que cuenta con una bonita zona de costa por la que se puede pasear. Si les apetece respirar aire marino, dar un paseo y comer buen pescado, pueden acercarse hasta allí.
Debe su nombre precisamente a la playa de unos 300 metros que bordea todo el litoral y que no es precisamente cómoda ni segura porque es de callaos. Rocas marinas redondeadas por el efecto de las olas. Si preguntan entre los surfistas seguro que les hablarán muy bien porque tiene bastante corriente. Dicen que tiene ola de derecha y de izquierda en casi todos los momentos de la marea. Y que la ola es tubera. Solo apto para expertos. Yo, lo confieso, nunca me he bañado en ella porque me resulta bastante peligrosa. Lo pueden intentar en los numerosos charcos que se forman cuando baja la marea.
Si prefieren, como yo, pasear, lo podrán hacer por el Paseo Juanaquín que abarca prácticamente toda La Caleta. No suele estar muy transitado, tampoco cuenta con bares o restaurantes destacados. Pero sí ofrece unas espectaculares vistas al mar del norte fundiéndose con la lava volcánica hecha roca.
El paseo es totalmente accesible para personas con movilidad reducida. Está muy bien para caminar o para hacer ejercicio. En mi caso, embarazada, me vino estupendo el paseíto.
Uno de los bares más famosos es el Mundial 82. Un bar de toda la vida donde tomarse un tentempié o una cerveza fresquita. Está justo en uno de los extremos del barrio, el que va hacia Los Silos. Cuenta con un camino justo al lado del mar que se dirige hacia el Sibora, que es la parte más conocida de la costa silense. Allí tienen unos famosos hornos de cal, una piscina de agua salada y también otros restaurantes. Pero eso ya lo dejo para otro post, si les parece.
Lo mejor de esta zona es no perderse las vistas de las grandes fincas de plataneras que se encuentran tierra adentro. El contraste entre los grandes acantilados, la roca volcánica y el verde de los cultivos es muy bello.
Además sobre el 30 de noviembre y también en la víspera celebran sus fiestas en honor a San Andrés con una importante exhibición pirotécnica.
Si lo que quieren es algo más que un paseo, La Caleta de Interián ofrece la posibilidad de alojamiento. Es ideal para desconectar del mundanal ruido. Hay apartamentos tipo vacacional. No se lo piensen. Si quieren conocer la verdadera identidad de la Isla Baja, un pueblo pesquero y sencillo del norte de Tenerife, pasen por aquí.
«…un pueblecito de pescadores con sabor a sal marina…»
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