Los canarios somos unos noveleros. Nos encanta vivir una jornada de nieve y aunque no tenemos ni costumbre ni posibilidades de practicar deporte de alta montaña alguno (más allá de snowboard, o el deslizamiento inapropiado sobre la nieve), cuando cae una nevada en el Teide, una vez al año, nos tiramos al monte como las cabras. Esto es lo que pasa siempre una vez al año cuando tenemos la suerte de que nuestras cumbres se cubran de blanco. Para evitar aglomeraciones el Cabildo de Tenerife ha puesto en marcha, en varias ocasiones el Operativo Nevada.
¿Y qué es lo que te encuentras cuando llegas arriba?. En apenas una hora descubres un paisaje totalmente diferente al que puedes disfrutar en las costas.
La verdad es que nunca lo había utilizado y les cuento mi experiencia: superpositiva. Se trata de un dispositivo en el que se cierran las carreteras de acceso a las Cañadas del Teide a los vehículos normales y solo se permite el paso a las guaguas (autobuses) gratis. En mi caso, dejamos el coche en el municipio de La Esperanza. Allí habilitaron una zona de aparcamientos bastante amplia. Nos subimos rápidamente a la guagua y llegamos en apenas 40 minutos al Teide. Allí hacían hasta 3 paradas distintas.
¿Las ventajas? Se garantiza un acceso seguro para los visitantes del Parque Nacional. No tienes que pensar en dónde dejar los vehículos. Tienes varias opciones horarias para subir y para bajar. En fin, desde mi punto de vista todo son ventajas!!.¿Inconvenientes? Siempre te encuentras algún que otro momento de colapso en la carretera porque muchos canarios, que por desconocimiento o por cabezonería se empeñan en subir con su vehículo personal. Incluso, a veces, tratan de saltarse los controles policiales exponiéndose a sanciones.
Cuando el Cabildo pone en marcha este dispositivo, también mantienen las pistas forestales cerradas para evitar que los ciudadanos suban. Lo cierto es que cuando llegas arriba y observas que no hay literalmente dónde dejar los coches, es mucho mejor optar por la guagua. La zona más nevada suele estar por la cara norte. En Izaña es una buena opción para llevar algún trineo y jugar con el manto blanco.
La cantidad de nieve no es tan sumamente abundante como para descuidarse. No debemos olvidar que bajo la nieve hay piedras con cierto filo que pueden provocarnos algún que otro corte. Y es que los canarios no estamos acostumbrados, y por eso nos volvemos locos.
Cuidado con la basura que nos dejamos atrás. Los canarios tenemos la fea costumbre de arrastrarnos con los parasoles del coche como si de un trineo se tratara. Sí. Lo que leen: los parasoles de los coches. Mucho de esos plásticos o cartones se rompen y los trozos se quedan bajo los matorrales. Una vergüenza.
Tenerife es mucho más que sol y playa. Una alternativa ideal es hacer un poco de trekking sobre la nieve. No estamos acostumbrados a tener nuestras cumbres blancas. Si tienen la oportunidad de visitar las Cañadas justo después de una nevada, no lo piensen dos veces. Un chocolatito caliente, abrigo y ropa para cambiarse y la tranquilidad de que te llevan y te traen.
«…una escapada para disfrutar de la nieve…»
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