Fuerteventura no es una isla verde pero a pesar de eso te invita a hacer algo de trekking. No todo es playa y sol. Ya se lo contaba en otro post, hace un par de años. Y a pesar de ser una isla seca, marrón y viejita…..también es volcánica y cuenta con sus pequeños montículos. El volcán Calderón Hondo está en el municipio de La Oliva en Fuerteventura. Es uno de los miradores más elevados de esta isla canaria, la más occidental del archipiélago y la más cercana.
Si te apetece llegar hasta su cráter solo tienes que estar atento a estas recomendaciones. Tienes que llegar hasta Lajares y justo en la rotonda donde se encuentra el Campo de Fútbol municipal, conduces hacia arriba y dejas el coche justo en un apartadero donde hay un cartel que señaliza el inicio del sendero.
Tienes varias opciones. Una de ellas es de 3 kilómetros y otra la de 5 kilómetros. Elegimos la de 3 para subir y bajar.
Antes de comenzar a subir les cuento un poquito de este volcán majorero. O al menos de lo que he podido recabar por ahí…..su altura no es excesiva, aún así, necesitas un calzado cómodo para poder subir. Mide unos 278 metros de alto si tenemos en cuenta el borde del cráter. Este último mide unos 70 metros de profundidad, así que…no se caigan dentro. Podría ser fácil perder el equilibrio. Es un volcán con más de 50 mil años de historia.
Comienzas a subir por un camino señalizado. Llega un momento, cuando empiezas a rodear la primera montaña, la de Las Coloradas, en la que te encuentras una bifurcación sin señalizar. Optamos por la que, a priori, parecía más difícil, la de la derecha. Luego seguimos hacia arriba, montaña arriba siempre. Lo fácil sería llegar hasta la base de la montaña en la que alguien ha ido montando su propia «espiral» (atentado contra la naturaleza-dicen-), pero si quieres descubrir el cráter tienes que subir …casi escalar ….hasta llegar a la cima. Verás marcados lo que parecen senderos improvisados.
Llega un momento en el que, tras reptar y dejarte las uñas, llegas al top y de repente, lo descubres: el cráter. Imponente.
Cuando crees que has concluido te percatas de que la cosa no acaba, que está solo en su ecuador y que, no solo tienes que iniciar el descenso, sino también rodear el cráter hasta llegar a una zona donde se ha instalado un mirador con una barandilla y unos prismáticos. Justo a espaldas de ese punto se encuentra el Malpaís de Bayuyo.
En la zona del cráter te recibirán ardillas y cuervos negros, poco más. Vegetación escasa. Me llamó la atención el cosco, una especie de arbusto con florecillas rojas.
A medida que vas subiendo les recomiendo no perderse las vistas. Al norte verán Corralejo, las Dunas, con sus montañas de arena vista desde las alturas y también parte del Cotillo. A lo lejos, también vemos la costa de Lanzarote e incluso sus casas y sus arenales.
Cuando empiezas el descenso lo harás por un camino de piedras perfectamente construido. No te salgas del «camino de baldosas amarillas», dirían en El Mago de OZ. Se trata de un paseo relativamente cómodo, agradable, y para que se hagan una ligera idea de lo que se van a encontrar aquí les dejo este vídeo.
La sensación que tuve cuando llegué arriba, a la cima del Calderón, fue extraña. Estaba completamente sola hasta que apareció una ardilla. Me senté, grabé un vídeo, saqué unas fotos y respiré.
«…y de repente, lo descubres: el cráter…»
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