El diseño escandinavo y el gusto nórdico. Todo, más allá de IKEA

Cuando entramos en casa de un extranjero procedente de los países nórdicos los latinos siempre coincidimos: ¡qué acogedora!. Es raro el caso en el que no nos sorprenda el diseño y las características del mobiliario, escasos adornos y el gusto por el cuidado al medioambiente. Las casas de los escandinavos tienen algo en común: la claridad que entra por sus ventanales (cuando hay sol, claro), ventanales, donde por cierto, es muy raro que se coloquen cortinas, !!!algo que me encanta!!!.

Decoración en los exteriores de una ventana

Decoración nórdica

Ese buen gusto en la decoración se traslada, sin dudas, a las tiendas que se pueden visitar en las zonas comerciales. En Copenhague, donde acabo de estar recientemente, me han llamado la atención los comercios. Son verdaderamente deliciosos. Sencillas tiendas pero elegantes. Tienen productos prácticos con diseños originales y únicos. En cualquier calle puedes echar un vistazo a los comercios de decoración, no son especialmente baratos pero por mirar y disfrutar no hay que pagar.

Porcelana

Más allá de IKEA

Son originales y todo más allá de IKEA. Hay que reconocer que los suecos, por ejemplo, han logrado exportar no solo su marca sino también una peculiar forma de ver la vida que, en la mayoría de las ocasiones, nos resulta muy acogedora y que trata de potenciar el bienestar en el hogar. ¿No se sienten cómodos cuando van a comprar a IKEA? Parece que fuéramos más de visita que a dejarnos los cuartos….Algo parecido nos pasa en TIGER, tienda que nace en Dinamarca y que es casi un chino, barato, pero con gusto. Su nombre, TIER (no me he equivocado. Sin G) precisamente alude, con su sonido en danés, a las 10 coronas que cuestan la mayoría de sus productos, poco más de 1 euro. Elementos de papelería, de cocina, detalles, cosas prácticas a precios irrisorios. Por cierto, también algunos productos de alimentación que están de vicio y que te pueden resolver más de una cena en la capital danesa, cara, por cierto, como un demonio. Ir en plan mochilero será tarea difícil pero no imposible.

Mostrado para que las tripas te hagan glup

Tiendas y mercadillos

Me encontré muchas tiendas guapas en CPH. Las mejores, las de decoración, pero otras exquisitas dedicadas a los niños. Los pequeños son muy importantes entre los daneses. Cada familia tiene una media de 3 hijos, no me extraña, con las comodidades que les ofrece el estado danés. Eso se traslada a todos los ámbitos de la vida social danesa. Se busca el confort y se logra en prácticamente todos los estamentos sociales. El nivel de vida es muy alto.

Rinconcito para los niños dentro de una iglesia

Curiosidades

Hasta en las iglesias tienen un espacio para que los niños no se aburran. Pero vamos con lo que verdaderamente nos interesa en este punto. Las tiendas: deliciosas y exquisitas. Las de textil y las de juegos. Explotan la creatividad de los menores con juguetes tradicionales de madera, los de toda la vida. Pocas tiendas de videojuegos me encontré, la verdad.

Fachada de Karrusella

En Karrusella, una tienda infantil que se encuentra en Jorcks Passage, en pleno centro de CPH te puedes encontrar de todo para niños. Aquí puedes adquirir desde juguetes y ropa de bebé hasta juegos creativos para niños más mayorcitos. Preciosa. Da gusto entrar y apreciar lo acogedora que es.

Tiendas con muchos detalles

Otra de las tiendas cucas que visité fue Akimbo Butik. Es minúscula pero me encantó. Está en una calle secundaria del centro de CPH, en Hyskenstraede 3. Detalles, detalles y más detalles. Apenas podía moverme en el interior por miedo a tirar algo al suelo, pero me chifló su estética, su aspecto y el trato que me dispensó su dueña. Es uno de esos rincones cargados de monerías en las que se mezcla la baratija con la originalidad. Un mini-rastro delicioso del que seguro te llevarás algo. Yo no me pude resistir.

Cu-Cú

En la calle Strøget, bueno realmente no es una calle sino un entramado de vías en las que se concentran todas las tiendas, pues ahí, te puedes encontrar de todo. Desde las firmas caras y lujosas hasta los locales de ropa más barata. Los daneses son muy prácticos y me encontré muchas tiendas vintage de segunda mano.

Librería

También hay comercios de toda la vida, firmas danesas tanto de textil como de porcelana. Hay una tienda muy famosa, la Royal Copenhaguen, que identificarán a la perfección porque hay 1.500 asiáticos haciéndose fotos en sus fachadas con sus palos de selfie. Porcelana de toda la vida, clásica y de lujo.

Tienda Lego

Tienda Lego

Visita obligada, si se va con niños, la tienda Lego, en pleno centro de la ciudad. Divertida, colorista y con grandes creaciones hechas por ellos mismos que captarán tu atención en los escaparates. Si la alternativa de este viaje es la infantil, de forma irremediable, tendrán que visitar también la firma británica Hamleys. Con dinero se puede comprar cualquier cosa en CPH, legal o ilegal. Y en este caso, compren o no, Christiania es el lugar. Una ciudad libre dentro de la propia capital en la que la venta de marihuana está permitida aunque vigilada, de lejos eso sí, por la policía. Si les desagrada el olor a maría, pónganse una pinza en la nariz porque la visita es obligada.

Centro comercial

Otra opción en materia de compras la encontramos en los Magacin du Nord. Unos grandes almacenes tipo Corte Inglés que no están mal. Hay de todo a todos los precios. Allí pueden encontrar, en la parte baja, una chocolatería espectacular. Al lado de la plaza del Ayuntamiento también hay un gran centro comercial pero de electrodomésticos. 

Biblioteca Municipal, el diamante negro

Diseño y daneses

Dinamarca es el país del diseño. Lo palpas nada más llegar. La culpa, dicen, la tienen Arne Jacobsen y Hans J. Wegner. Ellos fueron los que encumbraron al país nórdico al top ten de la decoración con sus diseños tanto para los muebles de hogar como para otro tipo de elementos. Viviendas, decoración, detalles. Basta solo con abrir los ojos y mirar. Lo vas a detectar enseguida, nada más pisar el aeropuerto. Ya me lo había advertido mi Patruki, que es una viajera con ojos abiertos, que me iban a encantar las tiendas y la decoración. Una vez más ha tenido razón.

«…Dinamarca es el país del diseño. Lo palpas nada más llegar…»