Tanto en verano como en invierno. Copenhague es una ciudad que se puede conocer a pie pero si por cualquier motivo se requiere transporte público, podrán contar con metro, guaguas y trenes para ir a las afueras. Para todo ello tienen la opción de comprar tarjetas de descuento que además les ofrecerá rebajas en los precios de las entradas a algunos edificios emblemáticos y museos.
También es una capital segura, muy civilizada y con un bajo índice de delitos. En invierno cae el sol muy temprano, apenas a las 16:00 de la tarde se pone oscuro. Dan ganas de meterse en el hotel pero hay mucho que ver, también de noche. Si para la visita cuentan con pocos días, apunten. Hay algunos puntos en el mapa que tendrán que visitar, sí o sí. Les hago 10 propuestas.
Es uno de los parques de atracciones más antiguos de Europa y se encuentra justo enfrente de la Plaza del Ayuntamiento, en la Radhuspladsen. Ocupa toda una manzana y cuenta con una iluminación espectacular por la noche. Solo por entrar tienes que pagar entrada. A eso tendrán que sumarle si quieren subir a las atracciones. Pero tengan en cuenta que está cerrado desde mitad de enero hasta abril. El frío es mortal. Justo enfrente del Tivoli se encuentra la Oficina de Turismo. Allí te darán un completo mapa gratis y te podrás tomar un café a 5 euros para ir palpando los precios daneses.
Lucen su mejor esplendor en pleno verano pero en invierno destilan un romanticismo propio de los países europeos. En CPH tienen donde elegir y cada uno tiene sus características propias. Muchos tienen lagos naturales y otros artificiales con puentes, vegetación e incluso animales que aparecen y desaparecen dándole un punto mágico a la estampa. En el norte de la ciudad hay uno, me contaron, con ciervos. Entre los que les sugiero, el céntrico Ørstedsparken o los Jardines de Rosemborg, que son los jardines reales. También los del Castillo, que se encuentran junto a la Sirenita. En verano hay muchas actividades para niños y los parques se llenan de vida mientras que en invierno, puede que incluso te los encuentres helados. No podrás sentarte a disfrutar de la hierba pero seguro que podrán dar algún que otro paseo.
Es un clásico y les recomiendo que no se hagan muchas ilusiones. La encontrarán al final del paseo que transcurre por el canal principal del puerto. Si siguen la Larsens Plads la encuentran. No mide más de metro y medio y seguro que habrá 1.500 japoneses haciendo fotos. Fue un encargo de la Fundación Carlsberg y que hizo el artista Edvard Eriksen tomando a su mujer como modelo. Era menuda su esposa …debe ser. Si levantaran ambos la cabeza y vieran las gamberradas que le han hecho a la pequeña sirena….. Está inspirada en el cuento infantil del danés por excelencia Hans Christian Andersen. Por cierto, en el mismo canal y a un par de kilómetros hay otra sirenita que viene a ridiculizar a la original.
Copenhague es una pequeña Venecia. Realmente está formada por muchas islas conectadas entre sí aunque, cuando vas pasando por los diferentes canales, casi no te enteras. Es una ciudad plagada de puentes. Entre todos esos canales destacan Nyhavn, donde te encontrarás la imagen más repetida y famosa de la ciudad. Es un canal que entra en tierra con origen en el puerto principal. A los lados, viviendas que datan de 1660.
Allí vivió, en una de esas casas, el escritor Andersen. A lo largo de los dos márgenes del canal una hilera de inmuebles en tonos pastel, colores característicos que se repiten en muchos edificios de la ciudad. Otro de los canales más bonitos es el de Frederikscholms, que rodea toda la parte de los edificios reales. Se puede rodear andando y disfrutar del paisaje urbano. Un poco más a las afueras del centro histórico se encuentra el Jørgens Lake. Es un lago artificial y tiene aspecto muy oxigenante en esta parte de la ciudad.
Justo a 10 minutos andando de la Ópera se encuentra la también denominada Street Food. Se trata de una nave industrial y en su interior se encuentran numerosos puestos de comida típica de varias partes del mundo. Está justo enfrente del gran canal, casi en el mar, y la verdad es que, salvo que vayas allí en su búsqueda, puede pasar desapercibido porque parece que te encuentras en un polígono industrial. Cuando sale el sol, dicen que hay muy buen ambiente, la gente sale a la calle, se sienta en los palés de madera y disfruta de su comida y de la charla entre amigos. Sin embargo, cuando hace frío y en época de invierno son más los días que lo encontrarás cerrado que abierto. Papirøen es más interesante por el ambiente y la comida variada que por el precio en sí. Está en una isla a la que podrás acceder de 3 maneras: cruzando en barco, pateando un buen tramo o ….nadando!!! Yo fui dos veces y en ninguna me mojé. El billete para cruzar, tardas 2 minutos, me costó 24 coronas danesas.
Este lugar es la bomba. Por sus peculiaridades, por su gente, por su filosofía y por su originalidad. Dicen que es el lugar más visitado de toda Dinamarca y después de haber pasado por allí he entendido el motivo. Es una ciudad libre dentro de otra ciudad. Allí no imperan las normas del resto del país. No se pagan impuestos y sus habitantes se rigen por sus propias leyes. A pesar de esto, todo parece transcurrir con cierto orden. Lo más destacado de esta parcela que se asienta sobre otra isla es el consumo y la venta de drogas blandas con total impunidad. Desde que entras a la zona te advierten que no puedes sacar fotografías. No me extraña.
Hay numerosos puestos en los que se vende hachís sin verle la cara al vendedor. Solo se ven sus manos. Hay cafeterías, restaurantes que son más baratos porque no pagan impuestos y una arquitectura digna de mención. Prácticamente todas las casas que están en la Christianía están hechas a base de productos y materiales reciclados. El autogobierno de sus casi 900 residentes resulta verdaderamente atractivo por lo diferente y por lo anarquista. Si hay un sitio en el que se gobiernan solos este está aquí, en estas 34 hectáreas de terreno, rodeado por agua. Hippies de verdad, de los que lo son desde los 60 y en esa época se quedaron. Se vende marihuana y todo lo que tenga que ver con ella. También se huele en todas las esquinas. Nunca vi porros tan gigantes en mi vida.
No hay viaje sin visita a las zonas comerciales. Y Copenhague no se iba a quedar atrás. La zona centro que parte del plaza del Ayuntamiento tiene un entramado de calles en las que se pueden encontrar numerosos comercios. Algunos de ellos son objeto de otro post en este blog. Las tiendas son muy coquetas y representativas del diseño y estilo nórdico. En esta zona te podrás encontrar lujosas marcas y tiendas de souvenirs, mezcladas en unas y otras calles. Las más destacadas son la Frederiksberggade, la Gammel Torv, y la Nygade Vinnelskaftet. También está la Østergade y Amagertory. En esa zona se encuentra la Torre Redonda. Cuesta 25 Kr (coronas) y en su página web tienen más detalles de las cosas que se pueden ver desde arriba
Está lejos del centro, incluso hay una guagua que te lleva hasta allí pero vale la pena visitarlo y darse el choleo andando. Es la verdadera imagen del imperio cervecero. Me llamó muchísimo la atención que uno de los edificios más altos en una ciudad donde lo máximo son 5 plantas, es precisamente el de Carlsberg. Ahora mismo, están construyendo en sus alrededores un macrocentro comercial junto con locales y restaurantes y viviendas. Estaba todo patas arriba pero se notaba que están boyantes los chicos de la cerveza. Hay un museo. Para llegar hasta allí puedes tomar la Vertesbrogate, una vía larga que atraviesa unos de los barrios más interesantes de CPH, Vestrerbro. También pueden tomar por la Avenida Carlsberg.
Uff…aquí trataré de ser escueta porque es una ciudad pequeña pero desde luego no le falta historia y arquitectura que visitar y observar. Les propongo hacer una ruta gratis y luego volver a visitar aquellos rincones en los que quieran recrearse. El punto de partida será la Plaza del Ayuntamiento. Podrán entrar gratis también a los edificios consistoriales. Luego la zona de Amalieborg que es donde están las casas reales y donde casi te podrás chocar con la guardia real y sus sombreros de oso, la zona del Puerto, donde te encontrarás el famoso Hotel Inglaterra, los Magasin du Nord, el Teatro Real, el Palacio de Charlottenborg, la Iglesia de Mármol con su enorme cúpula, el Kastellet, que se ubica cerca de la Sirenita, el Castillo de Rosemborg.
Una de las zonas más antiguas es la fortaleza de Slotsholmen, con sus árboles talados en forma de rectángulo. Se puede entrar una manzana y salir por la otra, por el canal de Frederiksholms. Podría hacer un listado interminable de edificios clásicos que se pueden visitar pero creo que dependerá de cada uno la ruta turística e histórica que desee hacer. Un viaje es, al menos para mí, una combinación de todo. A veces una mezcla de historia, anécdotas, innovación y experiencia personal es la opción más acertada.
Aquí me permito aconsejarles pasear por el Diamante Negro, la Biblioteca de la Universidad, realmente espectacular. Está en una zona totalmente novedosa con un aire futurista en la que predomina el cristal y el color negro. Son estructuras que combinan perfectamente entre sí, y que se integran en la arquitectura tradicional de la ciudad. En este edificio también se encuentra el Museo de la Fotografía. Hay cafetería y se puede visitar. Justo al otro lado del mar se encuentra la Ópera de Copenhague, que es otra virguería de edificio. Para llegar hasta el se puede optar por tomar un barco y en pocos minutos están a las puertas. Es innovador y se construyó gracias a la donación de un millonario danés que, como única condición, pidió que se elevara frente a la residencia de la familia real danesa y que la primera ópera que se representara entre sus paredes fuera Aida de Verdi. Manías de ricos.
«…Copenhague es una ciudad que se puede conocer a pie…»
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