Santiago es uno de los lugares más sonoros de Cuba y no solo porque, como dicen la canción, de aquí vienen los cantantes, sino porque en todos los rincones suena la música. Rezuma azúcar líquida mezclada con ron. Ron que se transforma en bamboleo, ritmo por todas las esquinas. Esta ciudad, en oriente, fue de las que más me agradó de todo nuestro periplo cubano. Me gustó el paisaje, me fascinó su ambiente, me cautivaron sus gentes y me sedujo la cadencia dulce de su acento.
Se trata de una de las grandes capitales de provincia y se encuentra a 5 horas de Camagüey. En este camino, que se hace largo e interminable, nos paramos en Bayamo donde nuestros estómagos vacíos pedían a gritos comida. En el Paladar El Polinesio y por 9 pesos cubanos, los saciamos. 1 heladito por 1 peso cubano.
Santiago está llenísimo de casas de huéspedes. Nosotras fuimos, por recomendación a Casa Tatica, una mujer risueña, muy agradable que nos cobró 20 CUC la noche incluyendo el desayuno. Estaba muy cerca. Fue el lugar de toda Cuba donde más calor pasamos. Por la noche llegaba a ser insoportable. Aquí nos quedamos 3 días y tratamos de disfrutar de los rincones de la ciudad con cierta calma.
Entre las visitas obligadas, la Casa de la Trova Santiaguera, bastante turístico y el Parque Céspedes donde te puedes conectar a internet. Es el centro neurálgico de la ciudad con su Catedral y sus bancos. Una plaza flanqueada por el Hotel Casagrande, donde se celebran bodas, con una gran terraza en el ático. El Cementerio Santa Ifigenia, donde reposan los restos del venerado José Martí, está un poco lejos andando, pero se puede ir. Por cierto, la madre de José Martí fue la tinerfeña Leonor Pérez Cabrera y todo el mundo lo sabe……Cobran entrada, 3 CUC, si se desea acceder al recinto y al mausoleo.
También puedes pasear por la Plaza de Marte, cuadrada y rodeada de algunas tiendas y restaurantes. Muy cerca de Céspedes, pasando por un calle comercial. El Museo Bacardí, el barrio Tívoli, que es donde vive la mayor cantidad de cubanos de origen haitiano. Santiago está a pocos kilómetros de Jamaica. Su influencia está en extendida no solo en su música sino también en su aspecto.
Igual que dicen que en Camagüey, Holguín y Santa Clara habitan los cubanos de piel clara, en Santiago el mulato da paso al negro, de piel muy oscura y pelos «rastas». La gente es muy amable, siempre estarán dispuestos a pasar un buen rato, a enseñarte los lugares más emblemáticos de la ciudad y a bailar si fuera necesario.
En la ciudad transcurren los días con tranquilidad, bajo un sol tórrido….los santiagueros solo se inquietan cuando les nombran el ciclón. El Sandy destruyó en 2012 prácticamente barrios enteros, muelles, iglesias. El peor huracán de su historia les dejó, grabado a fuego, el miedo en el cuerpo. Fruto de un completo programa de rehabilitación, te encuentras, por ejemplo, el nuevo espacio en la marina de la ciudad. Una bahía totalmente renovada y abierta al mar.
La mejor manera de disfrutar de la ciudad es subir a lo alto y mirar desde las lomas. Santiago es una ciudad con altibajos, con empinadas calles y pronunciados desniveles que te conducen al mar. Desde el Balcón de Velázquez, te puedes asomar y otear el horizonte. Si sacas tu cámara de fotos te cobrarán 1 CUC por cada instantánea!!!.
Una de las cuestiones que indican lo importante que es Santiago es su universidad. Dicen que es de las pocas que están acreditadas en toda Cuba para que sus alumnos puedan salir del país a hacer algún intercambio con otras ciudades. Siempre ha existido una gran rivalidad entre los santiagueros y los habaneros.
Otra peculiaridad de esta ciudad es su carnaval. La fiesta grande se celebra en julio y vienen de toda la isla a disfrutar de las actividades que se ponen en marcha. Aunque si quieres rumba, no te va a faltar. Es una ciudad con un gran ambiente musical, en los bares, en la calle, en las plazas. En cualquier sitio suena la música, hay un acto o se le espera. Sobra sensibilidad artística en Santiago.
Es una sensación que se tiene con tan solo pasear, sentarse y observar en el Parque Céspedes. Es el mejor ejercicio que se puede poner en práctica cuando llegas a la ciudad. Las chicas se arreglan y los chicos se acicalan con esmero cuando cae la noche. Se respira, se respira…¿Quieres bailar? La Casa de la Música.
A media hora de Santiago y en medio de un precioso valle verde se encuentra, allí, sobre una colina, el Santuario de la Virgen del Cobre. Un centro de peregrinación de cubanos que viven con fervor cada instante de la misa. Ojo, porque al llegar hay 1.546 jineteros que te aconsejan que dejes el coche en la parte de abajo, y te ocultan que en la parte trasera de la iglesia tienes un parking. Todo por sacarse unas monedas.
Te dirán que están en obras, que no sigas, que hay una bomba nuclear….todo por hacerse con unos pesos. Tu sigue para adelante. Ya dentro de la Basílica te puedes encontrar a la Virgen, chiquita, la medalla del Nobel que dejó allí Hemingway, y flores y artículos de devoción que se repiten por todas las iglesias para cumplir promesas y agradecer favores concedidos.
«…me fascinó su ambiente, me cautivaron sus gentes y me sedujo la cadencia dulce de su acento…»
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hermoso espero conocerlo pronto gracias por la informacion
Te encantará, seguro. Gracias a ti