Hablamos de santería y lo hacemos en Matanzas. A Matanzas la llaman la Venecia Criolla. Y sí, es precisamente por eso, porque, como muchísimas ciudades del mundo, tiene algunos canales fluviales. Esta vez, esos canales son de agua marina que se cuela con cierto sigilo ciudad adentro y que provienen de una espectacular bahía en la que desembocan los ríos Yumurí y San Juan. Esos ríos parten en 3 la ciudad, por eso hay muchos puentes…..solo le faltan las góndolas. Llegar hasta aquí nos llevó más de 4 horas desde Viñales.
El centro de esta capital de provincia lo marca el Parque de la Libertad. Allí, además de la deseada conexión wifi, también podemos encontrar edificios con solera, coloniales, con bellas fachadas. El Teatro Sauto, el Palacio de Gobierno, la Farmacia Ernesto Triolet con sus botes centenarios y otras viviendas muy bien conservadas.
¿Algunas otras curiosidades que se pueden tener en cuenta? Pues el puente de Bacunayagua, muy alto (100 metros de altura, creo) y de las pocas infraestructuras de cierta envergadura que se encuentran en Cuba, algunas rutas para hacer trekking y, en Matanzas, poco más. Al llegar al centro puede resultar una ciudad muy concurrida, algo caótica, con mucho tráfico en sus calles, mucha gente, vendedores, carros y animales.
No debería extrañarnos ya que Matanzas está muy cerca de la turística Varadero y precisamente por eso, mucho turista pasa aquí la noche al encontrar una oferta de alojamiento muchísimo más barata. No tendrán problemas para encontrar cama en casa de cubanos. Nosotras optamos por el Hostal María y Jesús, que se ubica en la calle 77, muy cerca del Parque La Libertad y también del mar. Nos cobraron 20 CUC con el desayuno incluido. La habitación está en un edificio bastante grande con otros apartamentos, muy bien ventilada, limpia y luminosa, con vistas a la ciudad. El parqueo, en esta ocasión, fue en un garaje cerrado y nos costó 2 CUC por noche.
En Matanzas recomendamos una cafetería en la que cenar o incluso comer. Muy amables, con muy buen precio. Gente joven y cerca del centro. Hablamos de El Reencuentro Cafetín. Por 8 CUC nos tomamos un sinfín de limonadas heladas (perdí la cuenta de todas las que fueron-qué calor-) y una hamburguesa criolla.
En este pueblo fue en el que tuvimos la oportunidad de conocer un poquito más a fondo sobre la religión yoruba. Los cubanos son muy religiosos y el cristianismo convive con total normalidad con la santería. De forma espontánea, se veneran los orishas o yorubas junto a imágenes tan idolatradas como la Virgen del Cobre.
En Matanzas conocimos, por casualidad, a 3 espiritistas. Así, al menos, se hacían llamar ellos. Fue en una noche de tormenta en la que tratábamos de sacar fotografías de rayos y centellas. Sin darnos cuenta estábamos frente a su casa y medio por curiosidad, medio por resguardarnos de la lluvia, entramos y allí nos quedamos un buen rato. Nos contaron en qué consistía sus «cualidades», qué tipo de trabajos hacían y cómo veneran, al mismo nivel, las teorías del Papa Francisco (no se perdían la transmisión por televisión de la misa de la visita del pontífice mientras nos contaban los detalles…). Una de ellas estaba «haciéndose el Santo«.
Iba vestida completamente de blanco, con muchos collares, tobilleras y brazaletes de bronce. Su cabeza, forrada también del mismo color. Durante un año que dura el «santo» no puede mojarse la cabeza con agua de lluvia, no puede sentarse en un parque público a determinadas horas del día y, en teoría, no pueden salir de fiesta. Este proceso parece que les sirve para convertirse en «santero» y tiene que estar conducido o dirigido por otros espiritistas con más experiencia. En definitiva, todo un proceso durante el cual le rinde pleitesía a su santo en concreto, y en función del santo que se trate, pues en su casa, le ponen, en medio de un gran altar, los elementos requeridos (agua, flores, adornos varios, muñecos…).
Muy pintoresco todo. Tan exuberante y extraño que muchos turistas se apuntan a la moda de «hacerse el santo» y según tengo entendido les sacan, en dinero, lo que no está escrito…..hasta 10 mil euros. Ante esta situación, lo de siempre: ser sensato. Las cosas no te van a ir mejor o peor por evitar que la lluvia te caiga en la cabeza. Como todas las religiones, hay algunos que se aprovechan de la debilidad del ser humano para explotarlo económicamente. Fue el único lugar en el que el tema de la santería fue muy recurrente. Al parecer, muchos turistas, buscan precisamente este tipo de personas para hacer algunos «trabajitos». A nosotros incluso nos ofrecieron teléfonos y contactos.
La verdad, no puedo contarles más experiencia que ésta. Con nuestros amigos espiritistas, y en medio de una habitación que hacía las veces de cocina, salón-comedor, dormitorio, y presidida por una imagen tamaño king size de la Virgen de Santa Bárbara, hablamos sobre mis antepasados, los que viajaron a Cuba, formaron familias y allí se quedaron……me decían: «tengo los pelos de punta porque estás hablando de muchos muertos…» . En fin, la yuma llegó a Matanzas para ponerles los pelos de punta a ellos.
Al margen de los orishas y todo el tinglado que se monta alrededor, la religión yoruba influye en el día a día del cubano. Por las noches, se escuchan fiestas en las que se supone que el afectado ya ha culminado el proceso de «hacerse el santo» y se toca el tambor de forma repetitiva, constante y monótona durante horas interminables. Nuestra única noche en Matanzas, fue una noche en vela por culpa de una fiesta del tambor.
La religión marca el día a día del cubano. Sobre el dintel de la puerta cuelgan unas hierbas secas, y cuando entras en una casa donde son muy practicantes, lo notas. Algunos tienen verdaderos altares, con sus rituales y sus muñecos de color negro. Muy pintoresco ellos y muy respetuosa yo.
Matanzas es la capital de la provincia que lleva el mismo nombre. Provincia, que por cierto es la mayor de Cuba. No se extrañen si de camino a la ciudad principal se encuentran refinerías y puertos, ya que en extensión es muy grande.
Está a unos 90 kilómetros de La Habana y a poco más de 30 kilómetros de Varadero. Para entrar a la zona hay que pagar 2 CUC en un peaje. Esta manga de mar, es uno de los puntos más turísticos de Cuba, ya lo decíamos al inicio. Nosotras apenas pasamos un día en este lugar. Varadero es hotel, playa y descanso. Nada más. Vale la pena pasar por allí pero no era nuestro plan y por eso nuestra visita fue rápida. Bañito en la playa de Kawama. Puedes dejar el coche muy cerca a la playa. Aguas cristalinas y oferta de deportes acuáticos variados.
«…los cubanos son muy religiosos y el cristianismo convive con total normalidad con la santería…»
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Lidia ,me encanta,estoy enganchada. Fotografías impresionantes. Una idea muy original
Muchísimas gracias! Me hace mucha ilusión que te guste y te agrade la lectura.
Que bueno viajar así como tu lo haces y conocer no solo la parte turística de un pais, sino también la parte mas entrañable. Muy interesante todo lo que relatas de Cuba, esperamos sigas narrando tus próximos viajes
Es la mejor manera de viajar. Olvidar que eres turista. Gracias por tus comentarios