Cada vez que buscamos información sobre Fuerteventura en internet se nos invita a tumbarnos al sol, a disfrutar de la playa, a practicar actividades en el entorno marino y a nadar en aguas que pueden ser calmadas o rabiosas….según la parte del mapa en la que nos ubiquemos. Pero ….¿y qué hacer en la isla majorera si el sol nos abandona? ¿A qué destinamos nuestro tiempo de ocio si los rayos del astro rey tan solo se adivinan tras un espeso manto de nubes?. Pues en ese caso la oferta es, aunque no se lo crean, muy amplia.
Fuerteventura es una isla con una gran extensión, tiene unos 100 kilómetros de largo, por eso es bueno que nos alquilemos un coche (evitar GoldCar: son unos estafadores). El transporte público no es demasiado bueno.
Si están en Fuerteventura y no hay manera de quitarse la ropa para darse un baño en la playa y el frío solo te invita a manta y tele….Olvídenlo: Hay mil alternativas. Les propongo algunas.
Esta zona está muy bien ubicada para alojarse por una sencilla razón. Se localiza en la mitad de la isla, a tan solo 5 minutos del aeropuerto y hay mogollón de apartamentos y hoteles a muy buen precio. Tiene playa pero…..si no hace sol…..siempre se puede pasear por la marina, muy moderna y agradable. En esa zona te encontrarás varias cafeterías tipo chillout en las que te puedes tomar una copa, con o sin guiris. ¡Ojo! porque esta parte de la isla está casi siempre señalizada, tanto en las carreteras como en el mapa como Castillo, precisamente por el de San Jorge, que también podrán visitar.
Al final del muelle tienen El Faro Lounge Bar. Muy recomendable para darse a la bebida en un entorno único y con una música ambiente tipo jazz muy cool. Espectaculares atardeceres y vistas de la playa principal. Hay tiendas, centros comerciales y restaurantes tan ricos como el de comida india en el Shivam Indian Restaurant. Increíblemente sabrosa (gracias amiga María Pisaca por la recomendación). A poco tiempo de Caleta de Fuste te encontrarás las famosas Salinas del Carmen. Tienen un Museo de la Sal cuya entrada cuesta 5 euritos. Pero se pueden ahorrar las pelas porque se ven por fuera, sin necesidad de entrar, eh!!.
Junto con Caleta de Fuste, es uno de los núcleos más turísticos de toda Fuerteventura. Aquí te encontrarás una amplia oferta gastronómica, recomendable 100% La Avenida. Está un poco alejado del casco del pueblo pero el pescado es una pasada. Restaurante riquísimo y a muy, muy, muy buen precio. Está por encima de la zona de Bristol. Pero además de comer podrás disfrutar, si el viento no te lo impide, de un paseo y una buena sesión de fotos en las Dunas de Corralejo y en las Grandes Playas. Por un momento pensarás que te has dado un salto al Sáhara. Maravilloso contraste entre la arena amarilla y el cielo azul.
O cómo ir al confín del mundo. Llegar allí es como arribar al destierro de Unamuno. Una pista de tierra te conduce, después de media hora larga, hasta una de las zonas más despobladas de la isla pero con un paisaje impresionante, tanto que aquí se grabó Exodus, la peli de Ridley Scott. Gracias a eso, el camino está mucho más ancho, más transitable. Nada que ver con la primera vez que lo recorrí a principios de los 90 con un Twingo.
Entonces parecía una camino de cabras. Cuando llegas a la playa, alucinas con los acantilados que caen sobre la arena y que se pierden en el horizonte. Es un lugar no apto para el baño. Una corriente marina infernal y un viento que atiza y que puede llegar a ser molesto. ¿Cosas curiosas?: Un cementerio de 1823 cuyas tumbas casi están semienterradas en la arena blanca. Quedaba, este sitio, muy lejos del municipio de Pájara para ir a enterrar a los muertos. Personas que fallecían en la dehesa y aquí dormirían hasta el infinito. Y aquí, se quedaron, en un lugar ideal para pasar la eternidad.
En Cofete también tienen un bar donde comer BBB (bueno, bonito, barato). Justo antes de bajar a la playa lo verás en una casita de piedra. Hay burros sueltos y también está la casa de los Winter. Llegar hasta ella te llevará un ratito más por un pequeño desvío que está señalizado. Hay mucho misterio en torno a este inmueble que está en el Pico de la Zarza. Winter se mantiene en pie a pesar de las leyendas, de las historias reales o también de los cuentos inventados. Teorías infundadas propias del desconocimiento. El caso es que la casa se puede visitar y siempre, tras ella, de fondo, el movimiento nazi. Mucho se ha escrito del inmueble, de sus pasadizos y de la torre de los Winter.
El camino que te lleva a Cofete también te conduce a Jandía. Es el final de la isla y allí solo te encontrarás el edificio del Faro con un espacio en el que se explica, con fotografías, un poco de su historia (por cierto aquí, si van con apretón, no hay baños). Es un poco engorrosa la pista de tierra pero siempre te puedes tomar una cervecita fría en alguno de los bares que te vas a encontrar al final. Quien no busca aliciente es porque no quiere. En uno de esos bares (Restaurante Punta de Jandía) el dueño es un cascarrabias misógino, pero si quieres llevarte un bocadillo de queso blanco y serrano para comer no te quedará otra que hacer la vista gorda.
Mención especial también para Costa Calma. Se encuentra antes de llegar a Morro Jable y en sus playas te puedes sorprender con, haya o no haya sol, ardillas, guiris como Dios los trajo al mundo y rubios surfistas. Playas espectaculares y espectacular también su paisaje de dunas con matorrales. Digno de embobarte cuando vas por la carretera (cuidado que hay un alto índice de accidentes en FTRA por la bobería de los turistas).
Los paisajes del centro de la isla son simplemente bellos. Tenía yo, allá por los años de la reconquista cuando estudiaba mi carrera en Salamanca, unas amigas de Fuerteventura, Lucila y Sandri, que siempre que echaban de menos el terruño decían: ¡ay! ¡mi isla seca!. Nunca la sequía fue muestra de tanta belleza. Las sinuosas carreteras que unen Betancuria, Pájara o Tuineje, atraviesan un terreno que se asemeja a una cálida manta que te arropa y te da calor mientras estás tendida en el sofá de la tele.
Es el símil más cercano a mi visión de las pequeñas montañas majoreras. Con sus pliegues, con sus sombras y con su amplia variedad de tonalidades tierra. Betancuria en sí es una maravilla. Me resulta muy coqueta. Vale la pena parar y callejear. Otra de las curiosidades de la isla te la encuentras en esa zona. Es el Observatorio Astronómico de Sicasumbre. Es muy básico pero la calidad del cielo en Fuerteventura, con muy poca contaminación lumínica, hacen de el uno de los lugares más visitados de la isla. ¡Vaya! otra cosa que se puede hacer sin sol. Las estrellas y el frío están garantizados, eso sí.
Está al norte de la isla y es una formación de charcos de agua salada, conocido también como laguitos. Arena blanca, aguas cristalinas y un espacio interesante para aprender, por ejemplo, a volar una cometa o a practicar kite surf. Se puede acceder en coche pero hay que tener cuidado porque hay zonas en las que las ruedas pueden quedar totalmente hundidas. Se puede acampar con casetas y caravanas.
Una amiga nos recomendó llevarnos un asadero desechable y hacernos unas sardinas a la parrilla. Lo tengo pendiente para la próxima vez. En el pueblito del mismo nombre, hay también una playa y muy buen ambiente. Un rollito surf muy interesante. Pequeñas tiendas y buenos restaurantes de pescado fresco. La Vaca Azul es uno de ellos (unos 20 euros por cabeza).
La verdad es que, a simple vista, parece que cuando llegamos a la costa nos da la sensación de haber perdido el tiempo pero si caminamos un poco descubrimos un paisaje erosionado muy peculiar. En el mapa lo encontrarás como Cuevas de Ajuy y se accede por un desvío hacia el mar desde la carretera que viene desde Pájara. Dicen que aquí están las formaciones rocosas más antiguas de toda Canarias y que es un paraíso para los amantes de la geología. No me extraña. Se aprecia con total precisión los diferentes sedimentos. Mirando al mar, a mano derecha, y casi en la desembocadura de un barranco, te encuentras varios paneles informativos. Una visita rápida que bien merecen unas fotos en las que podrás presumir de haber estado en …¿Marte? …¿en la Luna?.
Lo más interesante de este pueblo es su montaña mágica. Mágica porque los antiguos le atribuían esos poderes místicos que yo cuestiono pero como casi seguro que pasarán por allí en algún momento de su visita a Fuerteventura…..Para subirla tienen que pedir permiso al área de Medioambiente del Cabildo. Justo cuando yo lo solicité me lo negaron porque supuestamente estaban acondicionando los senderos de acceso. Se pueden saltar la prohibición porque no hay nadie vigilando aunque, si los pillan, me han dicho, que las multas son cuantiosas.
Su interés radica en los supuestos petroglifos en forma de pies humanos que se encontraron en la cima de la montaña. Famosa también por el superproyecto que quería hacer Eduardo Chillida y que quedó en agua de borrajas. El señor artista quería vaciar la montaña en plan cubo y se dejaron unos buenos millones tan solo en el inicio del proyecto pero la cosa quedó en nada. Apenas mide 400 metros de altura. Está en el municipio de La Oliva y la pueden fotografiar desde el bar de María, donde por cierto (la dueña es un encanto, aunque no haga barraquitos), podrán ver imágenes de los petroglifos.
Este núcleo costero es muy recomendable por varios motivos. Además de tener una súper playa de arena negra (para llegar al agua tienes que hacer los 100 metros lisos), es un pequeño pueblo que vale la pena visitar para disfrutar de sus graffitis. Sí. Lo que oyen. En muchas de sus fachadas, sus paredes, sus muros lucen auténticas obras de arte. Street Art a tope. Colores que llenan el pueblo, que por cierto pertenece a Tuineje. Si hay nubes o llueve, paseas por sus calles, puedes recorrer su plaza principal, tomarte un barraquito en los numerosos bares y restaurantes cercanos al mar y hasta luego…Seguimos la ruta.
Aunque el sol no desee acompañarte, adéntrate en el mar y cruza el estrecho de la Bocaina de Corralejo. Un paseo por Lobos te aísla del mundo y te obliga a re-encontrarte con el tun tun de tus latidos y el zumbido de las abejas. Hay brisa y nubes pero no olvides ponerte el protector solar. De lo contrario te quemarás la piel seguro. Lobos es un pequeño paraíso dentro de otro gran edén que se llama Fuerteventura. En este link encontrarán más detalles de nuestra excursión al islote.
Otras cositas que se pueden hacer si no encontramos sol…. Gastronomía pura y dura. Al norte, en Villaverde, Restaurante El Horno. En la Avenida de Las Playitas, Restaurante de Juan Carlos. Si van a Pozo Negro, una paella. La Oliva: Restaurante La Casa vieja y en Lobos, Restaurante Antoñito. Yo a casa regresé blanca como las cartas pero les garantizo que con un par de kilos de más.
En plan pateos o trekking: Barranco de las Peñitas (terminas en Ajuy). Pico de La Zarza, en Cofete donde también puedes hacer Gran Valle, Morro Jable, Cofete (no olvidar sombrero porque en esta isla no hay ni una brizna de hierba).
¿Y qué tal un paseo nocturno en camello? Sí. Si quieren también lo podrán hacer con la gente de Oasis Park (el zoológico más importante de la isla).
«…la isla más salvaje del archipiélago canario. Su paisaje nada tiene que ver con el resto pero bien vale perderse unos días en ella. Con o sin sol…»
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El post me parece brutal. Felicidades
Muchas gracias 😉