La verdad es que cuando me senté a escribir este post lo primero que me vino a la cabeza es que nunca estás sola en un viaje. Lo más sorprendente es que encontrarás a numerosos viajeros que se mueven como tú y que, por instinto, se van agrupando de forma natural. Depende, también es cierto, del lugar del mundo al que te dirijas y el plan en el que vayas. Si cruzas el charco con la idea de descubrir y empaparte de culturas nuevas y exóticas, seguramente será mucho más fácil encontrar a un prójimo como tú con el que compartir ciertos aspectos de las vacaciones. Si el objetivo es algún país del centro de Europa, la cosa de hacer amigos será un poco más complicada. El carácter cerrado de los países nórdicos se nota sobre todo para nosotros los hispanos.
Pero a lo que voy. Viajar sola. Para mí antes era algo impensable hasta que llegó un día y, por diversas razones, simplemente lo hice. Del momento de «inseguridad inicial» (en ese primer instante del aeropuerto) pasas al momento «control total» y tomas las riendas absolutas de tu objetivo. Pero hasta que llegas a ese punto, seguro que se te van a plantear mil dudas antes de tomar la decisión.
Si están pensando en hacer un viaje sin compañía y surgen ciertas incertidumbres yo les recomiendo parar y pensar: «¿Qué es realmente lo que me da miedo?». Se trata de una cuestión con muchas posibles respuestas.
Atención porque hay mil contestaciones. Encontraremos trescientos argumentos para abandonar la idea desde el primer momento porque, otra cosa no, pero los seres humanos somos la leche para buscar excusas antes de dejar atrás nuestra zona de confort. Tengo miedo a viajar sola por si me ocurre algo malo en un lugar solitario. Me da cosa por si me pongo enferma y no cuento con el apoyo de nadie que me ayude a recuperarme. Me asusta no encontrar a nadie con quien compartir todas las maravillas que estoy viendo.
Nunca nos van a faltar motivos para acrecentar ese miedo, un miedo que nos paraliza y nos limita. En el momento que tomas consciencia y te das cuenta de que ese pensamiento influye en una toma de decisión será, justo en ese momento, cuando, más que plantear, te debes plantar. No te van a faltar motivos, tantos que llegarás a autoconvencerte de que viajar sol@ no es buena idea. Lucha contra eso y no dejes que los miedos te paralicen.
Y llegados a este punto del post, en el que más que un blog de viajes, parece que escribo un libro de autoayuda, te digo que las cosas son más sencillas de lo que parecen. Esto va así. Te compras el billete del destino al que quieras ir. El día señalado te desplazas al aeropuerto. Te sientas en el avión. Llegas al lugar escogido y empieza la aventura en el momento en el que pones un pie en territorio comanche.
Si no te cuesta hacer amigos, si llevas un buen botiquín, y si lo que quieres es viajar, tira para adelante. No le des tantas vueltas. Si quieres compartir tus experiencias nunca te va a faltar una buena wifi en una cafetería para mandar whatsapps a tus amiguetes. En el mundo más recóndito funciona internet que es un primor. Si no quieres dar paseos solo, fíjate en esa chica que desayuna en solitario en el hotel, habla con ese chico que ojea una guía de turismo en la recepción del hostel. Llévate bien aprendidas unas buenas palabras en inglés para comunicarte. No hace falta mucho. Lo básico.
Sacarás mil fotos de paisajes. Tendrás la sensación de que haces un reportaje de viajes y que acumulas tarjetas postales (jejejeje). Te agotarás al pedirle a la gente que te fotografíe. Te llevarás un palo de selfies. En fin. Todo eso es válido. Quizás pecaremos un poco de exceso de ego con tanta autofoto (como en la galería de este post….jejejeje).
¿Ventajas de viajar sol@? Te lo resumo rápidamente. Haces lo que te da la real gana. Te planificas como quieres y cómo te apetece. Sales cuando deseas, te organizas en función de tus necesidades y vas a los sitios que en verdad quieres visitar. Si te quieres volver al hotel a echarte una siesta en mitad de la tarde, puedes hacerlo sin tener que dar explicaciones a nadie. Si quieres poner el despertador a las 6 de la mañana para descubrir cómo amanece en una determinada ciudad, lo puedes hacer sin remordimientos de despertar a tus posibles acompañantes. ¡¡¡¡jejejeje!!!!. En fin. Más ventajas que inconvenientes.
Lo de viajar sol@ puede venir provocado por varias cuestiones. La primera es porque no encuentras a nadie que cuadre contigo en las fechas elegidas. Tu pareja trabaja esos días. Tu amigo del alma se reviró. La segunda porque a tus colegas simplemente no les interesa ese destino. La tercera porque puede que estés pasando por ese momento anacoreta en el que solo quieres «autofagocitarte» y regodearte en tus propias decisiones y miserias. Cuarta, quinta y sexta. Tendrás un número incalculable de motivos. Cuestiones varias entre las cuales también se puede hallar la posibilidad de que seas una de esos seres especiales marcados de nacimiento con una peculiar forma de ser: tímido, antisocial, antipático o cualquier otra opción diversa entre todas las modalidades que comparten los denominados y tan extendidos frikis. Faunas que abundan en todos los rincones. Afortunadamente todos somos distintos y cada uno elige el camino de su vida y cómo y con quien quiere llevarlo. Ellos se lo pierden porque seguro que será un viaje fantástico. Por eso no debes abandonar tu idea inicial.
Las veces que yo he viajado sola lo he hecho porque lo he necesitado. Sin más. Ha sido una decisión casi terapéutica de la cual nunca me he arrepentido. Viajar sola me ha permitido encontrarme, fortalecerme y reafirmarme. Eran mis objetivos en ese instante de mi vida y lo logré. También es verdad que viajar acompañada te brinda muchas satisfacciones pero eso ya lo contaré, jejejeje, en otra entrada de mipasaporte.
Mi madre siempre me repite (en los momentos delicados en los que necesitamos las palabras maternas) que nacimos solos, nos vamos solos y por eso debemos aprender a disfrutar, a lo largo de nuestra vida, de esos momentos de soledad que a veces son un lujo.
«…no van a faltar motivos para tener miedo a viajar sola. Nadie dijo que fuera fácil…»
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chiquilla más vale viajar sol que mal acompañada, hay mucho locos en este mundo…me parece bien y te entiendo jejejeje buen Viaje
Efectivamente!Gracias
Me encanta leer tus historias. Eres como un diamante en bruto, que poco a poco, aparece con nuevos brillos.
Me gusta…
Muchísimas gracias! Mucho por contar aún!