Botiquín básico para viajar

La salud es lo primero que debe viajar con nosotros. Si no estamos bien, ningún viaje será óptimo. Pero a veces, cuando ya estamos en destino, podemos enfermarnos. Por eso es muy importante llevar nuestro propio botiquín de primeros auxilios. Mejor dedicar algo de tiempo a pensar lo que metemos en el. 

Suero

Todo dependerá del lugar al que viajemos, pero, por mi experiencia, casi se repiten las mismas cosas. A los elementos básicos como tiritas para rozaduras, paracetamol para los posibles dolores, esparadrapo y tijeritas, hay que sumar otros medicamentos que tendremos que comprar en origen, por eso también debemos  tener un poco de previsión antes de hacer la maleta.

Paracetamol y antibiótico

Posibles dificultades

A veces es muy difícil encontrar antibiótico en cierto países. Por eso, si el destino es exótico, lo que yo hago es ir a mi médico de cabecera para que me recete algunas cosas antes de salir de viaje. Normalmente, y solo por prevención, me aconseja antibiótico para evitar infecciones. Me suelo llevar monodosis que son muy efectivas con tan solo 1 o 3 tomas. También antidiarreico y, en caso contrario, laxante. Siempre compro suero oral para evitar la deshidratación en caso de vómitos y diarreas. Con respecto a las picaduras de insectos, además de la pulsera, que me pongo y no me quito hasta que llegue a casa, siempre me llevo lápiz de amoniaco.

Lápiz de amoniaco

Mejor prevenir

También compro repelente pero no vale cualquiera. Tiene que tener DEET, es una toxina pero creo que es lo que puede evitarnos las picaduras de forma más efectiva. Dicen que si no usas perfumes y colonias, o si comes picante, te puedes librar de ellos. La verdad es que yo no he tenido muchos problemas con los mosquitos. Si te cubre brazos y piernas al amanecer y al atardecer, no tendrán muchos más problemas. Añadimos un desinfectante por si acaso sufrimos alguna herida cortante. En este caso, son muy prácticos los puntos de sutura. No pesan nada y si la herida es profunda, nos puede venir bien. Los antisépticos también vienen en formato gel. Son mucho más prácticos.

Repelente

Otra de las cosas que no falta en mi botiquín es la pastilla para el mareo. La biodramina y yo vamos juntas, siempre de la mano. Si sufren de algún tipo de alergia, tendrán que llevar su medicación calculando el tiempo que van a estar fuera. Tampoco falta gotas hidratantes para mis ojos. Quien me conoce sabe que son mi punto débil. El termómetro tampoco debe faltar. También suelo llevarme los prospectos aunque deje atrás las cajas (por aquello del espacio).

Antimareo

Momento vacunas

Depende del lugar de destino también tendrán que ponerse algunas vacunas para prevenir enfermedades exóticas, pero creo que eso se los cuento en otro post. También les recomiendo informarse antes de viajar por si las zonas que van a visitar están marcadas por el riesgo de contagio de malaria. En ese caso, deben llevar cantidad suficiente de Malarone. Tengo un amigo enfermero, muy viajero, Nacho Guanche, que incluso se quiso llevar morfina a Tailandia. Pero yo creo que eso es un poco exagerado. También hay que pensar que ese botiquín requiere un espacio considerable y que tampoco hay que llevar un exceso de peso innecesario.

Malarone

Muchas veces, si cruzamos el charco, podemos tener problemas con el sueño. El insomnio debido al jet lag nos puede fastidiar el viaje. Lo podemos evitar con unas valerianas o en el caso necesario, ansiolíticos.

Hay medicamentos que solo podemos adquirir en la farmacia pero hay otras alternativas más naturales que siempre pueden venir bien. Mi amiga Patricia González, tan amante de los viajes como yo, me descubrió el árbol de te como una maravillosa alternativa a los repelentes, antiséptico natural y eficaz remedio contra las picaduras y las incómodas erupciones que salen por el calor.

Evidentemente la prevención es mucho mejor que la curación. Solo con evitar algunas prácticas nos ahorraremos ciertos disgustos pero eso ya lo hablaremos en otro punto de este blog….si les apetece.