Cebu Pacific: un concurso a 30 mil pies de altura

Cebu es una isla filipina pero desde que pones un pie en este país asiático asociarás el nombre no solo a ese rincón de la geografía sino también a los aeropuertos y a los numerosos vuelos que tienes que usar para moverte de un lado al otro. Y es que Cebu es también el nombre de una compañía aérea de bajo coste que tiene su sede allí,  en la segunda ciudad más importante de Filipinas.

Momento de la llegada del avión

Muchas veces las curiosidades no se encuentran solo en los aeródromos. En este caso, esta compañía tiene una característica que la hace única como empresa. Sus trayectos son distendidos, su personal es joven e incluso su vestimenta oficial es muy peculiar y deportiva. Lo que oyen. Nunca antes había visto unas azafatas con zapatillas deportivas y faldas vaqueras. Un uniforme en el que resalta el color amarillo intenso y que hace que el staff sea visible en cualquier rincón del aeropuerto.

Las azafatas con los premios

Curiosa su vestimenta y peculiares sus vuelos. Lo había leído en algún sitio y esto hizo que estuviera muy pendiente desde que subí al avión. Sería un trayecto prometedor de Manila a Legazpi pero….me dormí. El jet lag pudo más y me perdí el concurso. Sin embargo, en el segundo vuelo que tomamos desde Legazpi a Cebu, me puse dos palillos en los ojos y….¡¡¡ Gané el concurso!!!. Les explico. La compañía ha sabido explotar una de sus marcas más reconocidas: la risa y el buen humor.

No se pierdan el cuadro del fondo….se repite en todas las terminales

En cada vuelo la tripulación organiza un concurso y realiza tres preguntas. Quien las acierte se lleva un neceser de viaje, un estuche de gafas o cualquier otro producto del merchandising de la empresa. En mi caso aún estoy preguntándome cúal fue mi contestación y lo que es mejor, cómo pude entender la pregunta en inglés. El caso es que tengo mi neceser en casa y yo tan contenta.

Smile: la revista de a bordo

Cebu Pacific conecta todas las islas de Filipinas pero también viaja por otros países asiáticos. En todos sus vuelos mantienen la misma dinámica. Se han ganado al personal con cierta flexibilidad a la hora del equipaje de cabina, con un máximo de 7 kilos (nunca me pesaron la mochila…y pesaba más, lo aseguro) y con determinadas dimensiones. En alguna ocasión hicieron la vista gorda. En todos los vuelos te ofrecen un tentempié y en algunos aeropuertos, mientras esperas el embarque, incluso te amenizan la espera permitiendo la actuación de grupos folclóricos, allí, en la sala. Uno de ellos, muy peculiar. El trío invidente de los Panchos. Yo alucinando con el panorama mientras que todos los pasajeros lo veían con total normalidad.

Momento chequeo

Pero no todo es gracia y sonrisas en esta compañía aérea. Por culpa de los tifones, los huracanes y las inclemencias meteorológicas que tanto abundan en este país, sus vuelos suelen sufrir retrasos, cancelaciones  e incluso, de forma ocasional, adelantos. Así que les recomiendo siempre confirmar e ir con suficiente tiempo de antelación al aeropuerto. Pero eso sí. Le aconsejo que nunca, nunca, nunca, se dejen la sonrisa detrás. Con ellos, por una razón u otra, la van a necesitar.

«…en cada vuelo la tripulación realiza tres preguntas…»

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