El Cotillo es una de las zonas de residentes y turistas más importante del norte de Fuerteventura. Está ubicada en el municipio de La Oliva y a pesar de ser turística, dista mucho de la masificación de otros puntos de la isla como por ejemplo Corralejo.
Está a unos 20 minutos de Corralejo y se caracteriza por ser una zona de costa con infinidad de charcos de los que hablaremos luego pero ahora nos vamos a centrar un poco en el casco del pueblo. Estamos ante un núcleo que obedece a las pocas normas urbanísticas que regulan estos, antaño, pueblos de pescadores. Con casas de autoconstrucción y con muy poco orden. Casitas pequeñas, con pequeñas ventanas, con balcones y carpintería de aluminio que no guardan el orden deseado.
El Cotillo tiene pequeñas casas pero también complejos de apartamentos y algún que otro hotel. Hay muchas zonas que aún están por urbanizar y se nota que no ha crecido todo lo que en un principio se habría planteado. Solares abandonados, edificaciones a medio construir…
Pero a pesar de todo tiene un encanto propio dentro de este desorden urbanístico. Con callejones que conectan viviendas, pequeñas casas que a veces mantienen sus puertas abiertas con ese sabor al pasado tan característico de las Islas Canarias en los años 40.
El pueblo se concentra alrededor de una plaza central en la cual también hay numerosos restaurantes donde poder comer. Los hay baratos, caros e intermedios. Todo depende del ojo con el que se mire y sobre todo de lo llena que llevemos la cartera. Si quieres gastar, podrás hacerlo. Mi recomendación: el pescado. Lo puedes comer fresco en muchos lugares. En La Marisma de Mariquilla Hierro tendrás, además, una ventana abierta al mar donde poder disfrutar de las vistas.
Famoso también La Vaca Azul, El Callao….si quieres pagar algo menos de 20 euros por cabeza tienes uno recomendable justo antes del camino que va hacia los Lagos del Cotillo. El Ocean Deli. Buenos precios, buena presentación y pescado fresco también. Además de la tan recurrente comida rápida con hamburguesas de gran calidad y papas fritas-menú suferito-. A mí me pareció muy rico, la verdad. También me gustó, un poco menos, las terracitas que están ubicadas en la playa del pueblo, donde está la plazoleta que va a dar a un lugar donde se encuentran las estatuas en honor al pescador. No está mal, no obstante.
Lo bueno del Cotillo es que tiene supermercados cerca. A la entrada del pueblo está el SuperDino, que es algo más barato que el Dino Express que está en el Centro Comercial. También hay panadería, una muy conocida que es la Frech Bakery donde dicen que los cruasanes están ricos. A lo largo del pueblo también hay muchos locales italianos. Está plagado de personas con esta nacionalidad aunque cuando leas este post puede que la cosa haya cambiado porque como dicen los majoreros (así se llama a los oriundos de Fuerteventura), ellos vienen, hacen dinero y luego se van. Así ya ha pasado con los colombianos, los marroquíes, los gallegos….un pueblo de contrastes y diversidad. Y los majoreros, una raza en extinción…jejejeje…..esto lo escribo con un guiño a mis majoreras preferidas Lucila y Sandri -de pura cepa-.
Para el alojamiento esta vez tengo que hablar de Los Lagos del Cotillo, un complejo de apartamentos con entrada directa desde la playa que está muy bien ubicado y no están mal de aspecto aunque les hace falta un lavadito de cara. Si tienen la oportunidad reserven el 55 o el 29 que dan directamente a la playa. Están muy demandados eh!!. Es un complejo sencillo, familiar y en el que aceptan mascotas. Lo digo por aquello de los gatos y los perros que se quedan en hoteles mientras la familia disfruta.
Y ahora les cuento el mayor encanto de este pueblo: los miles de charcos que con la subida y la bajada de la marea se forman a lo largo de su litoral. Los encontrarán rumbo al Faro del Tostón hacia la derecha del pueblo. A través de una pista de tierra verán lagos, charcos y piscinas naturales entre arena blanca y roca volcánica, cientos de rincones donde remojarse, refrescarse o incluso hacerse unos largos.
Paisaje que cambiará en función de la hora del día a la que acudan, del nivel de la marea y de si el viento sopla más o menos. Nos pasó de buscar una playa y al día siguiente estar totalmente distinta!!!. Así es El Cotillo, sorprendente y paradisiaco, un lugar que nos invita a perdernos cual Robinsones en tu isla desierta particular. Una invitación al paraíso por descubrir entre aguas cristalinas y rayos de sol infinitos. Es una auténtica maravilla y esto lo escribo disfrutando aún del color tostado de mi piel. Y es que la playa y yo somos 1.
En la zona también nos encontraremos playas donde se imparten clases de surf. Playas que en su mayoría invitan a practicar el naturismo. Todos, los que se olvidaron del bañador y los que prefieren las marcas blancas en sus partes más pudendas. Lugares en los que también conviven pescadores, turistas, surferos y deportistas en general.
Si se sigue por la pista llegaremos a Majanicho. A lo largo de toda ella se encontrarán caravanas y autocaravanas. Coches que se paran en los lados del camino y pasan la noche. Creo, por cierto, que nunca vi tanta caravana junta como en Fuerteventura. Tengo esa experiencia pendiente en mi libreta de vivencias por cumplir.
Si lo que prefieren es caminar o correr un poquito, una buena opción es ir hasta el Faro. Un paseo de pocos kilómetros que se puede hacer de forma circular. También te podrá permitir conocer la historia del Cotillo y la lucha por el agua. En uno de los rincones se encuentra un antiguo aljibe de agua.
Si lo que se desea es conocer la parte de la izquierda de pueblo, nos encontramos uno de los atractivos de la zona, el Castillo del Tostón. Es un icono muy conocido del Cotillo.
En la plaza central del Cotillo también hay algunas casas viejas muy típicas e interesantes. A mí me gustó mucho la zona antigua llena de recovecos. Allí puedes descubrir rincones tan curiosos como la exposición de fotografías de la artista Lyn Tsan, una pintora de barcos de origen asiático que vive en la isla.
Desde ahí arranca casi la pista que te lleva a las playas de La Escalera o a Piedra Playa. Calas unidas en las que se practica kite y surf. En esta última no perderse detalle de uno de los jardincitos de cactus más cucos que he visto nunca cerca del mar.
«…un rincón de salitre y arena en Fuerteventura…»
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