La cosa va hoy de llegar a una cascada. No siempre hace falta toda una jornada para hacer algo distinto y satisfactorio. Hoy les propongo una ruta fácil, preciosa, apta para todos los públicos y que apenas conlleva un par de horas, dependiendo del lugar de residencia. Parte de la Tierra del Trigo, en el municipio de El Tanque, en el norte de Tenerife. Decidimos ir allí porque es un sendero corto y que se puede hacer en un horario reducido. Es precisamente lo que necesita mi hermana, que está estirando las piernas después de haber sido madre por segunda vez y es lo que requiere de vez en cuando: respirar entre una toma y otra del pequeño Ciro.
Para llegar hasta la Tierra del Trigo optamos por coger el anillo insular hasta El Tanque. Luego, en el desvío de Lomo Molino, seguimos dirección Tierra del Trigo. El clima es fresco e incluso en invierno podemos encontrarnos con niebla y lluvia pero es extremadamente sencillo y lo bueno de esto es que se pueden apuntar los más pequeños y también lo mayores de la familia.
Cuando llegamos a la Plaza de este barrio rural, la de la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, aparcamos el coche y tomamos como referencia el restaurante La Ermita. Seguimos hasta el fondo de la calle y giramos a la izquierda. El siguiente punto es una casa color amarillo ocre. Justo ahí caminamos por un camino de cemento que nos lleva hasta una vivienda blanca. Parece que estamos invadiendo terreno privado pero no hay problema.
Hay algunos carteles un tanto rústicos que te señalan el sendero, que por cierto, no está homologado. Justo al final de ese callejón, si torcemos a la izquierda, veremos un sendero que comienza a bajar ligeramente al barranco. Seguimos avanzando por la pista de tierra y atravesamos zonas de cultivo. Papas, higueras, nispereros….todo hasta encontrar un canal de agua.
Cuando tenemos localizado el canal de agua ya no hay pérdida. Se trata de seguirlo hasta el final. Apenas nos llevará 20 minutos por trayecto aunque en nuestro caso el tiempo fue mucho más porque las niñas se entretuvieron jugando distraídas con el agua del canal. Es muy relajante ir por el sendero oyendo el ruido del agua. Disfrútenlo. Cuidado con el barrizal que se forma en lagunas partes del camino, con las pencas y piteras que nos encontraremos con picos amenazantes en algunos rincones y con algunos desniveles que asustan un poco. De resto: todo extremadamente fácil. Se puede caminar muy bien.
Cosas que me llamaron la atención: la gran cantidad de cal que tiene el agua del canal hace que se formen verdaderos pedruscos que tienen que quitar a base de golpetazos. De hecho, si nos fijamos, hay restos de tuberías en los extremos y es impresionante como la cal ha ido formando verdaderos cilindros blanquecinos. Se ve que el canal cuenta con un mantenimiento regular. Luego entendería el motivo y el objetivo de la cascada en el último tramo…..ahora les cuento. Hasta ese punto apenas hay 1 kilómetro y algo. Ya digo: muy cortito. Lo que dejamos a mano izquierda es el Barranco de Cuevas Negras.
Cuando llegamos al punto donde el agua del canal comienza a desbordarse ya nos encontramos con el Lomo Morín y con unas vistas espectaculares. Desde allí se puede ver el faro de Buenavista, el barrio de La Caleta, y la Isla Baja en general.
Justo en el punto en el que comienza la cascada de agua nos podemos sentar y disfrutar de un bocata o unas supergalletas. Si preferimos continuar un poco más las vistas mejoran desde el extremo del acantilado que, a modo de mirador natural, tiene unos huecos excavados en la piedra natural, desde donde otear el horizonte.
Este pateo transcurre por los Acantilados de la Culata que recuerden, es una zona protegida. Cuando te sientas a mirar las vistas y a disfrutar del momento lo primero que se te viene a la cabeza es: «¿Y toda esta agua, se pierde? ¿Por qué la derraman así sin sentido, piedra abajo?». Todo está escrito y todo tiene su particular objetivo y explicación.
El agua de esta zona es tan sumamente caliza que, aunque se destine a la agricultura, hay que tratarla. Precisamente esta manera natural de hacerla correr hace que pierda cal de forma natural. Si nos fijamos, la piedra por la corre el agua, procedente de la Galería El Cubo, está prácticamente blanca. El agua en realidad no se pierde porque va a dar a zonas de cultivo y a pequeños espacios de reserva, para luego ser reutilizada.
La verdad es que es muy recomendable. Me han dicho que hay otros lugares similares en la isla pero yo, la verdad, es la primera vez que lo veo. Relajante, divertido para los pequeños. Es un paseo dulce como los barquillos de avellana y chocolate que nos sirvieron de tentempié al final del camino.
«…y toda esta agua, se pierde? ¿Por qué la derraman así sin sentido, piedra abajo…»
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Un lugar precioso pronto repetire
Gracias!!! es un lugar para ir a respirar. Viene bien, de vez en cuando.
Un lugar espectacular, gratificante en todos los sentidos….
La verdad es que es un lugar especial. Muchas gracias por el comentario.
Es precioso,no dejen de pasar por el supermercado del barrio y llevarse una botella de vino de la bodega el Paredon de tierra del trigo,ese vino es echo con la uva de ese sendero,es un blanco afrutado especial,.
Me lo apunto para la próxima. Graciasssss