La pandemia sigue marcando nuestras rutinas de ocio. Llega el fin de semana y sin cines, evitando centros comerciales y aglomeraciones, la alternativa es buscar lugares al aire libre donde podamos mantener las distancias y respiremos un poco de aire. Hoy les propongo uno de esos rincones donde además, la brisa es marina. El Sibora, en Los Silos, en el norte de Tenerife.
El Sibora es la zona de costa por excelencia de Los Silos y se encuentra muy fácil. Solo es necesario llegar al pueblo y bajar hacia el mar. Allí se ubican unas instalaciones con unas magníficas piscinas que se encuentran, eso sí, algo abandonadas. Pero mi propuesta va más hacia la zona natural de charcos y paseo. Justo hacia la izquierda se inicia una zona de esparcimiento que se ve claramente porque está presidida por un magnífico esqueleto de ballena Rorcual Boreal (nombre que por cierto da nombre a uno de los festivales de música y medioambiente más interesantes de la isla, El Boreal).
Deja el coche en alguna de las numerosas plazas de aparcamiento que encontrarás cerca y … a caminar o pedalear porque también se pueden llevar las bicis.
Dejamos atrás el Charco de la Araña, justo antes del esqueleto de la ballena y con numerosas piedras. Difícil bañarse si hay oleaje o somos especialmente exquisitos con las playas de rocas. En esta zona de esparcimiento hay bancos donde sentarse a leer, a tomar el sol o simplemente a respirar. Hay módulos que han colocado para hacer ejercicio.
Sin separarnos de la costa nos vamos a encontrar varios charcos donde darnos un baño. Primero el Charco de los Chochos, y un poco más adelante el Charco de Don Gabino. Dejamos atrás la zona de esparcimiento y cemento para adentrarnos en una pista de tierra bastante ancha por la que, por lo general, no pasan coches. Pasaremos El Bufadero, donde la naturaleza ha sido caprichosa y la huella del tiempo ha tallado con cariño los riscos.
La zona en general se presta para el uso de caravanas. Muchos amantes del camping se vienen a la zona para disfrutar del mar. Si seguimos hasta el final de la pista nos metemos ya en la localidad de Buenavista del Norte. Si avanzamos hasta su conclusión, el camino nos llevará hasta el Faro, moderno y alto, no sin antes disfrutar de un espectáculo de la erosión. El Rayo es una formación rocosa muy curiosa, pero eso lo dejamos para otra ocasión porque merece una parada para observarla.
«…un lugar para ir a iniciarnos con la bici…»
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