Viajar embarazada: claro que se puede

Estás embarazada. Comienza el viaje más importante para una futura madre viajera. Plantearse tener un hijo cuando has descubierto el placer de moverte sola por el mundo no deja de exponer, ante tus ojos y tu cabeza, cierta dosis de incertidumbre. Pero hasta que llegue el momento, se puede seguir disfrutando de escapadas y pequeños viajes.

Si no se puede viajar lejos siempre nos queda conocer rincones cercanos

Lo primero a tener en cuenta es si el médico te lo permite durante la gestación y si no estás de baja laboral. En este caso se tendría que plantear con algo más de detenimiento porque es verdad que, a veces, una baja por incapacidad temporal no es compatible con coger un avión. Pero aún así, se puede viajar en tren o en guagua.

Durante los tres primeros meses de embarazo se siente un cansancio ciego. Y lo digo así porque físicamente no te ves nada pero te invade una extraña sensación de agotamiento a todas horas. Es normal porque tu cuerpo se está preparando para alimentar y cuidar a una personita que está dentro de tí.

Con algunos consejos, ese viaje no tiene porque convertirse en una tortura. Entre los primeros, recomiendo no hacer demasiado caso a las madres y a las abuelas que solo te dirán que NO, que nada de viajes estando embarazada.

Con un equipaje ligero mucho mejor

Viajes a destinos de relax

Elegir bien el destino será vital si no queremos resentir nuestro ya resentido estado. Cuidado si se viaja a países en vías de desarrollo porque en muchos de ellos necesitarás vacunas que quizás no debas administrarte en este momento de tu vida. Es preferible optar por lugares con una cobertura sanitaria más acorde a la tuya. No olvides llevarte un buen seguro médico que te cubra todas las posibles incidencias que puedan surgir durante la gestación. Evitar visitar 6 países en 5 días. El corre corre yo lo dejaría para otro momento.

Foto publicada en internet

Botiquín bien completo

Si el botiquín es importante en todos los viajes, en este momento es vital no olvidar tus vitaminas y todo lo que requieras. Los complementos prenatales que se toman a diario no deben faltar. El tradicional ácido fólico. Repelentes de mosquitos que no sean dañinos para el bebé. Recuerden que la mujer embarazada es un objetivo especialmente delicioso para los mosquitos. Parece que se debe a que las embarazadas respiran más frecuentemente y a estos bichos les encanta el dióxido de carbono que emitimos.

Y si no podemos viajar en avión siempre nos queda el barco. Foto publicada en internet

Precauciones a tomar si se viaja embarazada

Si el destino es caluroso, deberíamos preguntar por las condiciones de nuestra habitación del hotel. No se yo si en estos momentos, estamos para compartir habitación en un hostel juvenil con 12 personas más. Si tenemos en cuenta los problemas de sueño que se tienen durante el embarazo, será mejor garantizarnos un entorno en el que nos sintamos cómodas. Llevar medias de compresión si tenemos problemas vasculares. Evitar las altitudes muy elevadas. Y si es imposible y tenemos que subir, como mucho que sean unos 600 metros cada día para ir acostumbrarnos a la altitud. Comer de forma selectiva. Cuidado con las verduras y hortalizas crudas. La alimentación es la base del crecimiento de tu bebé, así que ahora, que has llegado hasta aquí, no lo vayas a echar a perder por ese sushi que te tienta desde el expositor.

El Jet Lag nos puede agotar pero es viable viajar

Cuidado con el agua

El agua puede ser un agente ideal para transmitir bacterias y enfermedades. Ahora más que nunca, evita tomarla del grifo. Lo mismo ocurre con los baños en lagos y ríos. No es recomendable lanzarse a por el chapuzón en lugares que veas con aguas estancadas y demasiado calmadas.

De resto creo que debe imperar el sentido común. No hagas lo que no harías en casa. En este estado y ya con una barriguita incipiente de 5 meses no se te va a ocurrir lanzarte en tirolina por muy aventurera que seas. Pero puedes caminar, pasear, visitar, conocer….

Los destinos de playa son ideales para poder nadar

Otro detalle: intentar pedir los asientos delanteros en el avión para tener más espacio para movernos, levantarnos y caminar. Algunas compañías aéreas son especialmente sensibles ante estas situaciones. Se recomienda no viajar después de la semana 32 pero las hay que lo permiten hasta la 36. Todo dependerá de la empresa y desde luego del trayecto. No es lo mismo un viaje de media hora que un vuelo intercontinental de 12. Cuidado también con el jet lag.

La lógica es lo que debe prevalecer ante estas situaciones. Además, debemos tener en cuenta que cada mujer es un mundo. Cada embarazo es distinto, igual que cada persona cuenta con unas condiciones diferentes que la hace precisamente única.

«…se puede viajar, se puede conocer y se puede compartir…»