Todo el mundo conoce la Montaña Roja de El Médano pero pocos saben cómo se llama el pequeño volcán que yace tranquilo, como un hermano pequeño, justo a su lado. Es el Bocinegro y cuando estás cansado de playa, se convierte en el sitio ideal para estirar las piernas. El paseo hasta la parte más alta no llevará mucho tiempo y tampoco requiere mucho esfuerzo. En poco más de una hora puedes disfrutar del aire libre, dejar atrás el bullicio playero y respirar aire marino.
El volcán Bocinegro se enclava dentro de la Reserva Natural Especial de Montaña Roja. Se puede acceder por el paseo con tarimas de madera que transcurre desde la Playa de El Médano, pasa por la Leocadio Machado y también por la de Los Balos (no tendrás pérdida por los numerosos kitesurfistas). Justo cuando dejas atrás esas dos playas, comienza un sendero muy suave que se adentra en la zona natural. Llegará un momento en el que tengas que decidir si continúas hacia Montaña Roja o Bocinegro.
En esta ocasión seguirás de frente por un camino que está señalado por unas cuerdas a ras del suelo. Se trata de una senda de arena clara. Llegará un momento en el que comienzas el ascenso por la pequeña montañita de algo menos de 40 metros de altitud. A partir de ahí el sendero estará señalado por piedras que conforman el camino.
No tiene pérdida y es tan cómodo que pueden ir niños y gente mayor. La subida llevará poco tiempo, una media hora si van lentos y disfrutando del paisaje. Al llegar arriba tendrán una muy buena vista de Montaña Roja, que está justo al lado, pero el paisaje es muy bonito también porque se ve todo el pueblo de El Médano, la playa, las pequeñas casas, e incluso se aprecia la pista del Aeropuerto internacional Reina Sofía, y gran parte del municipio de Granadilla de Abona.
Todo el terreno es arenoso y poroso. Muy blanquecino como, en general, toda la piedra del sur de la isla de Tenerife. Estando arriba hay un punto geodésico, que ayuda en la elaboración de mapas y que no dejan de resultar curiosos. Si bajas un poco por la parte trasera de la montaña llegarás a una zona de baño, una especie de playa sin arena, sobre roca sedimentada en la que, por lo que pude ver, se practica nudismo (o alguno tenía el trasero al aire…).
Justo en la base de la montañita hay una antigua fortificación que en su día sirvió como bunker en la Segunda Guerra Mundial. Está sellado pero se supone que dentro se ubicaban los francotiradores.
Otro punto de interés, justo cuando estás de regreso hacia el pueblo, es La Mareta, un lago natural de agua salada, formado en la parte superior de Los Balos, que está acotado porque es de especial interés para la nidificación de las aves. Se forma por la filtración del agua del mar.
Montaña Roja, la hermana mayor de Bocinegro, tiene 170 metros de altura. Cuesta un poco más pero eso lo dejamos pendiente para otro día con menos sol. Hablando de sol. Recomendación para este paseo en cualquier época del año: sombrero y crema de protección solar con muy alto factor. El paseo lo puedes acabar disfrutando de un chapuzón en cualquiera de las playas de la zona o, si lo prefieres, tomando un helado en los numerosos locales del pueblo, donde por cierto, hay una amplia oferta gastronómica y de ocio.
«…cuando estás cansado de playa, se convierte en el sitio ideal para estirar las piernas…»
[related_post themes=»flat»]
Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. Más información
Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.
Genial estupendo paraje sureño, ya tengo ganas de regresar
Muchas gracias por tus palabras