Cuando regresé de mi viaje a Nueva York no faltó la pregunta: «¿Es muy caro?». Tampoco faltó la respuesta: «Sí. Es muy caro». Pero hay mil maneras de visitar la ciudad, no dejarte atrás el bolsillo y regresar con la cuenta en números rojos.
Por cierto, y que no se me olvide. Antes de viajar a NYC tendrás que pedir permiso vía internet a Extranjería para que ellos decidan si puedes o no entrar en el país. Un permiso que tendrás que pagar online y al que te contestarán en dos días. Tendrás que llevar consigo este documento junto al pasaporte en vigor. Ahí ya empiezas pagando.
Un viaje a Manhattan conlleva dos básicos que supuestamente llevas cubiertos: billetes de avión y alojamiento. Si lo buscas con tiempo y en temporada baja, el precio se puede reducir, como fue mi caso, a la mitad. Para ahorrar costes apuesta por hacer escapada en invierno. Otra cosa bien distinta será el transporte, la comida y sobre todo el ocio y las entradas a los lugares más importantes de la ciudad.
Manhattan es una isla, pero no deja de ser muy grande para conocerla totalmente a pie. Por eso yo les recomiendo que adquieran una tarjeta Metrocard (32 euros para 7 días) en función de las jornadas que vayan a permanecer en la ciudad. Lo mejor para optimizarla es agotarse andando los primeros días y los últimos utilizar más el transporte público. Te cubre toda la red de metro y de guagua (bus). Ambos son muy fáciles de utilizar. Solo hay que tener claro hacia dónde te diriges. Uptown o Downtown. Te incluye también los trenes de cercanía a barrios alejados como Brooklyn, el Bronx o Coney Island. Y además el tranvía aéreo, una especie de funicular, que te lleva a Roosevelt. También tienes la opción del socorrido taxi amarillo, pero para moverse de forma contínua no es recomendable porque una carrera, relativamente corta, no te bajará de 10 euros.
Otra cosa práctica. Si quieres cruzar e ir a Brooklyn, además del metro también tienes el Ferry que cruza el East River. Tiene varias paradas y cuesta 4 dólares por persona. Si el tiempo está bueno y soleado tendrás unas fotografías preciosas del skyline desde la parte de arriba del barco.
Desayunos, comidas, cenas, tentempiés…..Es necesario alimentarse para poder aguantar el tirón de toda la jornada pero sentarse dentro de un restaurante puede convertirse en todo un lujo que elevará, con total seguridad, la cuenta final del viaje. Vas en invierno. Hace frío. Pero no es imposible. En lugares como por ejemplo Essen se puede comer, desayunar y cenar caliente, a buen precio y sentado en una barra, comer en plan rápido, eso sí.
Para desayunar te encontrarás los típicos Delis. Es una especie de cafetería en la que sirven desayunos y comidas baratas y en las que, con un poco de suerte, cuentan con una barra y taburetes para sentarse. Son una especie de 24 horas, tipo turco en la que tienen comidas al peso o hamburguesas. Lo bueno es que no cobran propina y son rápidas. Lo mismo te compras unos yogures para cenar como te tomas un chocolate caliente para merendar. Hay muchos en todas las esquinas de la Gran Manzana. No suelen tener un aspecto muy apetecible pero, aún así, date el permiso de ahorrar y entra.
Estás en Nueva York y quieres una hamburguesa. Las encontrarás tipo gourmet en todos los restaurantes pero si quieres escapar con algo barato tipo McDonalds, tienes los Checkers. Barato, barato. Pero nada de gourmet. Allí te encontrarás lo que hay en todas las hamburgueserías. (¿se me nota mucho que no soy amante del momento burguer ni de los perritos calientes?). Si eres de la liga verde, como la que les habla, encontrarás auxilio en Just Salad. Ensaladas variadas, sanas y a 10 euros. En esta, como en la mayoría de los restaurantes te cobran propina. También te sirven una botella de agua sin que la pidas. Es una deferencia que tienen con el cliente.
Otra recomendación para comer barato y sin complicaciones, esta vez pizza. Muy rica y bien de precio en Two Boots Pizza, desde 1987 y repartida por todo Nueva York. Una masa finita y ricos ingredientes. Lo mejor, tienen masa sin gluten y también pizzas para veganos. En la pizzería que tienen en este barrio de Williamsburg además hablan español. Todas las pizzas por cierto tienen un toque picante, a quien le guste el chile….ya sabe.
Es la manera de ahorrar en el día a día neoyorquino porque de lo contrario, un simple café y una infusión les costará, en la Quinta Avenida, 11 euros con la propina
Cuestiones prácticas a tener en cuenta. La electricidad. Tendrán que llevar un adaptador porque las clavijas del enchufe son diferentes. Tema Wifi: las encontrarán gratis y abiertas en todos los barrios y también en las paradas del metro. Están muy bien conectados.
Momento lluvia. ¿Llevo o no llevo paraguas?. Si te quedas en un buen hotel, no te preocupes. Te dejarán una sombrilla para que no tengas que preocuparte en comprar una. Si lo que quieres es ir de compras, en la mayoría de las tiendas te encontraras una bolsa de plástico para que puedas ir de shopping sin preocuparte de mojar nada o de que te roben el paraguas a la entrada.¡¡ Esto es Nueva York!!
Y ya que hablamos de compras…..Century 21 es un outlet en toda regla pero también tiene cosas nuevas. Zapatos de marcas a buenos precios y ropa en general. Se mezcla un poco el Modas Juanito con los Manolo Blahnik.
Para ir al Century 21 tienes dos opciones pero la mejor es la que está en el World Trade Center, tienes varias bocas de metro alrededor. Son varias plantas y tienes allí de todo. Si vas buscando baratijas de 20 euros, no vayas. Recuerda que es un outlet de marcas. Varias plantas en la que podrás pagar con tarjeta y comprar galletas y chocolatinas para no desfallecer en el intento de encontrar tu talla entre las XXL. Nunca me costó tanto encontrar una M como en este país de gigantes. Si te haces una tarjeta de cliente, sobre la marcha te hacen un 15 por ciento de descuento.
Victoria´s Secret. La de la Quinta Avenida tiene, en su planta alta, un museo dedicado a los modelos que han marcado tendencia en sus desfiles. Vale pena subir a verlo. Si lo que quieres es aprovechar las rebajas con las que cuentan tendrás que ir a otras tiendas repartidas por la gran manzana. La de la calle 34 es la mejor.
Grandes Almacenes Macys: centro comercial elevado a la máxima potencia. Marcas. Caro pero con muy buenas ofertas y rebajas. Sitio ideal para pasear, para sentarse a descansar, para ir al baño y para conectarse a internet. En casi toda Manhattan te encontrarás wifi pública. También en los centros comerciales. Aquí también se puede comer.
Otras recomendaciones variadas: el tradicional Shake Shack, el Red Rooster, el Silvia´s Restaurant de Harlem, la pizzería Pomodoro de Little Italy, el Café Aroma en Downtown (cerca de Calatrava y Century 21). El Gray Papaya para los perritos y los Halal Guys de la calle 53 con la 6 Avenida para comer y compartir plato por 6 euros. Y como no el John´s Pizza de Bleecker Street. Son recomendaciones que se repiten en todos lados. Umami Burguer, Five Guys, Lombardi,s Pizza, Artichoke Pizza….tendrás lugares para comer lo que quieras y donde quieras. Los puestos callejeros son muy recomendables.
Para chocolates y chucherías de todo tipo, Jacks 99. Hay varios por la ciudad y vale la pena para comprar comida barata para escapar. Además de golosinas, souvenirs y otro tipo de cosas típicas. El de la calle 32 entre la 6 y la 7 Avenida es interesante.
Chocolates también en la tienda Hershey. Chocolates americanos donde podrás probar (te darán una chocolatina al entrar), la tienes en Time Square. Visitar, justo enfrente, también la tienda de M&M. Súperdivertida.
Visita obligada a la pequeña zapatería de Manolo Blahnik justo enfrente de la entrada del Moma. Fíjate bien porque es tan pequeña y tan discreta que pasará totalmente desapercibida. Solo un gorila en la puerta te indicará que estás ante algo inusual.
Y ya que hablamos del Moma, les cuento cómo ahorrar en lo relativo al ocio. Entrar al Moma cuesta 25 dólares. Pero si compran la New York Pass tendrán la entrada incluida. La cuestión está en organizarse si no quieren pagar este tipo de tarjetas. La New York Pass te incluye decenas de entradas a lo largo de los días que quieras. A más días, más cara la pagas. Y la City Pass te incluye solo 6 entradas por un tiempo determinado. Todo depende de la organización del viaje y de cómo lo quieras hacer. En mi caso elegimos una oferta de esta última por 116 dólares. Solo tienes que apuntar qué quieres ver, buscar los precios de las entradas y ver si te sale rentable.
Por ejemplo, la entrada a la Estatua de la Libertad y la isla de Ellis costaba 18 dólares sin acceso a la plataforma de la estatua. La llevamos incluida en el tarjeta pero si lo único que quieres es verla de lejos, puedes pillar el Ferry de Staten Island que es gratis.
Si quieres entrar al Moma gratis, sin tarjeta, puedes ir los viernes. Si prefieres el Museo del 11 M sin pagar, también lo tendrás libre los martes. ¿Entradas para un musical a mitad de precio? dicen que las puedes encontrar en el último momento, pero en este caso no les puedo detallar mi experiencia porque no fui a ninguno.
La entrada a los rascacielos también es muy cara pero la llevas incluida en algunos de las tarjetas con cupones descuentos. El Top of the Rock o el emblemático Empire State son dos de los imperdibles pero también tendrás el nuevo edificio que suplanta el lugar de las torres gemelas, o el Columbus Circus.
Al principio es normal sentirse aturdido con la gran cantidad de oferta de ocio pero es cuestión de sentarse, reflexionar y pensar en lo que realmente quieres hacer. La tentación es comprar la tarjeta que te cubra todo pero luego te das cuenta de que apenas tienes tiempo para verlo y que no estás disfrutando de las cosas, porque vas agobiado a todos los rincones. Cada viajero tiene unas preferencias y Nueva York, como todo el planeta, se puede ver desde mil ópticas diferentes. Por cierto, todo lo podrás ver aprovechando los tours gratuitos que hay por toda la ciudad. Solo haciendo este tipo de excursiones te puedes recorrer toda la ciudad sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero. Tomen nota.
«…hay mil maneras de visitar la ciudad y no dejarte atrás el bolsillo…»
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