Pod 51. Este hotel está en el centro de Manhattan. No está ubicado en el rascacielos más alto de la ciudad pero sin duda sus 14 plantas son más que aconsejables por varios motivos. En primer lugar por lo céntrico que se encuentra cuando viajas a Nueva York y también por su estilo urbano, joven y dinámico.
A simple vista podría parecer un hostel porque tienes que compartir el baño y en las habitaciones hay literas que pueden hacer divertida la estancia, pero tiene la categoría de hotel y como éste al que fuimos, hay varios más cerca.
Antes de planificar este viaje vimos los precios de varios alojamientos pero éste resultó ser de los más ventajosos si tenemos en cuenta lo céntrico que se encuentra. Calle 51 entre la Avenida 3 y la 2 de la ciudad. En el número 230 de East 51st está Pod 51. También hay otro en la calle 39.
No tienen servicio de comidas, pero justo debajo hay un restaurante y muy… muy cerca numerosos Delis para desayunar, puestos de comida callejera y también hay paradas de metro y autobús. Las dos que recuerdo ahora son el Subway de la calle 51, y también varias líneas que pasan por Lexington Ave con la 51.
Tiene una recepción muy chula, ambientada con un estilo jovial, con muchos colores y con murales tipo grafitti en sus paredes. La wifi es muy buena y funciona a la perfección desde que entras al recinto y también en las habitaciones.
En ese ambiente juvenil y actual tiene mucho que ver una cuidada selección musical que suena en todo el hotel pero sin ser molesta. Incluso en los baños, donde se aumenta el volumen, desde las 7 y media de la mañana y donde te puedes dar una ducha energizante que te llena de vitalidad para afrontar la dura maratón que te espera para conocer los rincones más típicos de la Gran Manzana. Fuerte marchona en el baño desde primera hora de la mañana.
Momento baño. Tiene al menos 3 servicios por planta con sus respectivas duchas. Rara vez tuvimos que esperar el turno para el baño y casi siempre estuvo perfectamente limpio. En ocasiones el agua ardía tanto que tuve que cambiar de ducha sobre la marcha, pero vamos, mejor que salga el agua caliente a que salga helada. Algunos baños tienen ventilación natural y otros tienen ventilación artificial.
Las habitaciones son pequeñas, eso sí. Un tanto agobiantes para pasar muchas horas en ellas. Tienen ventanas al exterior y cuentan con un lavabo. Nos cambiaron las toallas todos los días, al tiempo que arreglaban la habitación y dejaban incluso más amenities. La calefacción estuvo perfecta. Ni frío ni calor. Nos alojamos en la planta quinta.
El viaje acaba de ser en enero pero en primavera tiene que ser una pasada poder usar su azotea, tipo solarium con hamacas. Está en la planta 15 y se puede acceder a ella subiendo hasta la planta 14 y luego ascendiendo por la escalera. Tiene una vistas del centro de Manhattan espectaculares, en medio de edificios altísimos que te dejarán con la boca abierta. Un lujo.
Si por contra prefieres estar más cerca del suelo, el Pod 51 tiene un pequeño jardín justo al lado de la recepción que promete ser estupendo para planificar tus visitas al aire libre, eso sí, en verano. En pleno enero y con las bajas temperaturas, mejor quedarnos dentro.
Otra de las cosas positivas, además del precio, la ubicación y el estilito juvenil, el servicio y el staff. Además del recepcionista, cuenta con personal que te ayuda con las llamadas que tengas que hacer y con las dudas que te pueda solventar. El personal en general es muy agradable y, como en toda Nueva York, muchos de ellos hablan español. No tendrás problemas de comunicación.
Por último si quieres consultar más datos sobre el hotel solo tienes que entrar en su página web www.thepodhotel.com y no, no me pagan comisión. Cuando planifico un viaje me gusta que me aconsejen y que me sugieran cuestiones prácticas como el alojamiento. Si estás buscando hotel en Nueva York, este puede ser el tuyo sin complicarte con grandes dinerales y con quebraderos de cabeza. Depende de lo que busques.
«…una cuidada selección musical que suena en todo el hotel…»
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