Me decidí a escribir algo sobre la Heladería Mira cuando, una noche que paseaba por la calle Larios, en Málaga, me quedé atónita con la cola que hacía la gente para comprar uno de sus vasitos. «Deben de estar muy ricos los postres de la Heladería Mira para que todos los clientes esperen pacientemente su turno en este negocio a lo largo de la calle» pensé. Y así lo hicimos. Cuando llegó nuestro momento y después, eso sí, de que llegara nuestro número (como en la charcutería), entendí que la tradición y la antigüedad son, a veces, suficiente reclamo para el éxito.
La Heladería Mira es fruto del trabajo de cuatro generaciones que han puesto sabor a los postres de los malagueños. Son famosos por sus helados pero también por sus turrones, no es de extrañar si tenemos en cuenta que la familia procede de Jijona. Y así, entre helados y Jijonas, supieron reinventarse y adaptar sus sabores, entre los que destacan las distintas variedades de turrón.
¿Recomendable? Pues la calidad del helado bien merece darles una oportunidad, sea invierno o sea verano. Dicen que su marca es de las más antiguas de España, 1890, sin duda, todo un clásico en Málaga aunque además también se han extendido por otras ciudades españolas y parece que en Madrid son famosas sus leches merengadas y horchatas en pleno verano.
Icónica, tradicional, clásica, artesanal, dulce, con solera, antigua…Más de 30 sabores distintos en los mantecados que se pueden degustar en cucuruchos, tarrinas, tartas heladas o bombones helados. Y si optamos por algo más líquido, podemos refrescarnos con un limón granizado, una horchata, leche fría, batidos o café granizado.
«…Heladería Mira, sabores a antiguo…»
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